El informe de la riqueza de Maradona, que se viralizó en redes.

La Razón

De 50 millones de dólares a más de mil millones de dólares, las estimaciones de la fortuna del ex jugador se replican casi como en un «homenaje póstumo, caóticas, desordenadas, exuberantes, impredecibles» afirman medios argentinos:

Maradona nació y jugó en otros tiempos. En toda su carrera, los cálculos más optimistas señalan que podría haber facturado a lo largo de su carrera cerca de 500 millones de dólares. Para Forbes Argentina es posible que la cifra sea incluso inferior a los 127 millones que Leonel Messi, el mejor deportista pago del mundo, cobró solamente en 2019.

Sin embargo, entre la fantasía y la realidad, suele haber un abismo.  Forbes Argentina rastrea la fortuna de Maradona desde hace años: nunca integró la lista de los más ricos de la Argentina, ni siquiera de los deportistas y ex deportistas más acaudalados.  

 Aquí va un repaso de los principales ingresos del «Diez» desde el inicio de su carrera, con las cifras actualizadas a valor actual. 

Y por último, la estimación periodística de la herencia que le corresponderá a sus cinco hijos reconocidos y, eventualmente, a los otros cinco que reclaman su filiación. Que llevará tiempo establecer pero que, como veremos, es posible sea mucho menor a la esperada. 


Cuando el 24 de mayo de 1977 Diego Armando Maradona firmó su primer contrato como jugador profesional en Argentinos Juniors, con tan solo 16 años, su sueldo ascendió a $ 80.000 mensuales, equivalentes a 215 dólares de la época o algo así como 900 dólares de hoy. Jorge Czysterpiller fue su primer representante y ese fue el puntapié inicial de una verdadera máquina de facturar más allá de la pelota. En su primer año, Maradona acumuló el equivalente a 10.000 dólares actuales, pero pronto ese monto se transformó en una anécdota a partir de su salto a Boca Juniors.  

Con su fichaje al club de la ribera, Diego selló su primer contrato de siete cifras. Fueron 4 millones de dólares, equivalentes a más de 12 millones actuales, lo que representó ese pase. Y lo catapultó a la cima de los futbolistas con mayores ingresos de la Argentina. Pero faltaba más, mucho más.  
En mayo de 1982 cruzó el Atlántico para saltar a las ligas mayores, con su incorporación al Fútbol Club Barcelona, en España. En ese momento, el negocio se cerró por 1.200 millones de pesetas, algo así como 22 millones de dólares de hoy. Si bien la mayor porción de ese monto fue a parar a manos de los dueños del pase, Argentinos Juniors (66%) y Boca (33%), con una estatura de tan solo 1,68 m. el joven nacido en Fiorito, a sus apenas 21 años, ya era retratado por ABC de España como «el jugador mundial más cotizado».  

Maradona en su llega a Barcelona.

En julio de 1984, la camorra napolitana aportó parte de los 7,5 millones de dólares de la época que aceitaron el traslado de Barcelona a Nápoles. Un monto similar al que había desembolsado Amalita Fortabat por su obra más cotizada -Julieta y su haya de J.M.W. Turner (1836)- solo cuatro años antes, en Nueva York. Hoy, el valor de la obra exhibida en la Colección Amalita de Puerto Madero se estima más de 75 millones de dólares, diez veces más que entonces. 

Guillermo Coppola fue el representante que le consiguió un jugoso contrato por 12 millones de dólares en el club italiano, pero con una condición: Diego debía jugar hasta 1993. Ese es solo uno de los tantos ejemplos de contratos incumplidos por el astro que, detrás de sumas multimillonarias, muchas veces no se tradujeron en verdaderos ingresos para Maradona. Ex futbolistas que lo conocieron y prefieren conservar el anonimato sostienen que, si bien las sumas de dinero que rodearon a Maradona siempre fueron superlativas, sus gastos también lo eran y muchas veces incluso las excedían.  

En esta etapa dorada, que también lo llevó a fichar en el Sevilla por un monto similar al que había obtenido en su paso por el otro equipo español, se presume que «El Diego» generó al menos 30 millones de dólares -más de 60 millones actuales- no solo por sus contratos como jugador profesional sino también una infinidad de alianzas comerciales. Para 1991, éstas sumaban 4,5 millones de dólares a cambio de usar ropa y zapatillas Puma; más de 5 millones por cesión de su imagen a Aoyama Enterprise; otros 1,1 millones de Fuji Xerox; 310.000 por cada partido exhibición en Japón y Arabia Saudita; 270.000 de la editorial española Figurine; 290.000 de la cadena de televisión Montecarlo, y 1,8 millones de Alfajores Dieguito. Es decir, solo en esa etapa generó cerca de la mitad de los ingresos que acumuló a lo largo de su vida adulta. 

Maradona con el mafioso Carmine Giuliano

El Mundial de 1994, cuando le «cortaron las piernas», fue el último de su carrera. Luego de la suspensión de 15 meses, Eduardo Eurnekian extendió un contrato de 10 millones de dólares para patrocinar al astro y devolverlo a las canchas. 

Pero también fueron tiempos de inestabilidad que incluyeron siete partidos en Newell’s, un fugaz paso como técnico en Racing y luego el regreso a Boca, que terminó con un nuevo caso de doping. Viajó a Francia en 1998 para participar en su primer Mundial como comentarista deportivo. Y empezó el nuevo milenio internado y al borde de la muerte en Punta del Este. Dos años antes, Claudia Villafañe le había iniciado una causa por abandono del hogar, por lo cual pedía el divorcio. La relación formal terminaría definitivamente en 2003, tras 14 años de matrimonio. De todos modos, conservaron una sociedad comercial.

En 2005 y tras pasar casi cinco años intermitentes en Cuba, Maradona regresó a la Argentina para realizar un show televisivo con presupuesto internacional. «La noche del 10» se estrenó el 15 de agosto y en 13 episodios un Maradona soltero y renovado habría cobrado un total de US$ 650.000 en efectivo y por adelantado. Claudia Villafañe fue la encargada de llevarse el dinero en un bolso ante la exigencia de Maradona de cobrar todo cash o no presentarse al primer programa. Adrián Suar, al borde de la desesperación, debió apelar a todo el directorio del Grupo Clarín para conseguir el efectivo ese fin de semana, con los bancos ya cerrados.  

Diez años más tarde, el vínculo con su primera ex mujer tuvo una escalada judicial. Ella había quedado con la administración del patrimonio de Maradona en nombre de sus hijas pero, en 2015, el ex futbolista afirmó mediante una auditoría que le faltaban $80 millones, algo así como 6 millones de dólares  en 458 objetos, desde trofeos hasta camisetas. Más allá de la resolución judicial, ese monto deja entrever lo que pudo ser la división de bienes tras la ruptura y lo alejado que está de los más de 30 millones de dólares que había generado en la década del 80.  

Otro hecho que lo llevó ante la Justicia, en este caso de Italia, fueron las deudas que habría acumulado por el impuesto a los patrimonios ante el fisco de ese país, entre 1984 y 1991, estimados en cerca de 15 millones de dólares a valores presente sin contemplar los intereses. Sin embargo, en 2017 la Comisión Tributaria Central, la más alta instancia para los juicios fiscales de ese país, confirmó que quedaron anuladas y prescritas las inspecciones que Hacienda llevó a cabo a finales de los 80 sobre las cuentas de la Sociedad Calcio Napoli. 

En los últimos 15 años de su vida, con Matías Morla como abogado y representante, Diego pasó por los Emiratos Árabes Unidos, China, Bielorrusia y México, donde mayormente ofició de DT honorífico y sumó innumerables alianzas por las cuales participaba de exhibiciones, cedía su imagen o prestaba su nombre. «Fue el encargado de ordenar la estructura económica para poder generarle nuevos ingresos y que no fueran embargados o corrieran peligro», dice Mauricio D’Alessandro, abogado que colaboró con Morla en algunas negociaciones. 

Maradona, ídolo en Nápoles.

El monto más rutilante que se conoce en toda su carrera caben en 140 caracteres: «El contrato de D10S está valuado en unos 128 millones de dirhams, lo que significa unos 34,5 millones de dólares», señaló el club Al Wasl de Dubai en su cuenta en español de la red social Twitter

Si bien el contrato que ponía a Maradona al frente del equipo por dos años, desde 2011, se exhibió como el más impactante de su vida, nunca se completó y los malos resultados lo dejaron fuera de juego antes de lo previsto. Sin embargo, el Consejo de Deportes de Dubai lo retuvo en el país como embajador deportivo con tareas de representación en diversos eventos oficiales. En resumen, diversas fuentes aseguran que Diego se habría llevado 5 millones de dólares por cada año que pasó en el desierto de Medio Oriente.  

En un cambio de camiseta, pero no de región, Maradona volvió a dirigir un equipo árabe en 2017, esta vez de la segunda división, Al Fujairah, y por un monto menor. Tampoco terminó en buenos términos, porque renunció a los pocos meses, tras magros resultados deportivos.  

Uno de sus roles más excéntricos lo vivió en Bielorrusia, donde ocupó oficialmente el cargo de director técnico honorífico del Dinamo Brest. «Firmé el mejor contrato de mi existencia», afirmó entonces. Mansiones, brillantes y hasta un tanque anfibio formaron parte del cortejo de regalos que rodeó al ídolo mundial, además de un contrato que algunos suponen llegó a los 20 millones de dólares, pero que jamás se cobró en su totalidad. 

Así, al año siguiente voló a México para hacerse cargo de un club ignoto denominado Dorados de Sinaloa por el cual habría cobrado 150 mil dólares mensuales, un total de 1,6 millones de dólares por toda la temporada.  

Más allá de su rol en las canchas, por diversos contratos, Diego obtuvo dinero adicional a lo largo de los últimos 15 años de su vida. Solo entre 2018 y 2019 habría cobrado 1,5 millones de dólares de parte de Konami, firma que incluyó su imagen en el videojuego PES 2017. En sus múltiples roles, desde comentarista estrella en un partido hasta ponerle su sello a una línea de pastas secas habría generado un mínimo de un millón de dólares cada 12 meses en la última década. Es más, el último año, Amazon Prime Video comenzó a rodar la serie sobre su vida y solo ese contrato significó otros 2 millones de dólares.  

Maradona en Biolorrusia.

La dimensión de la maquinaria que gira en torno a Maradona quedó otra vez en evidencia cuando se sumó a Gimnasia y Esgrima de La Plata. En apenas un año logró multiplicar los números del club, que saltó del puesto 19° al 5° en el encendido de la televisión, sumó más de 2.000 nuevos socios en apenas 48 horas y vendió más de 5.000 camisetas en una semana, hazañas por las cuales Diego se llevó un porcentaje de las ganancias.  

Para Celebrity Net Worth, las ganancias totales de su carrera rondarían los 500 millones de dólares. Sin embargo, para Forbes Argentina se acerca más a las estimaciones que rondan los 100 millones de dólares. ¿Pero cuánto quedó de todo eso? La cifra podría decepcionar a sus herederos actuales y potenciales. Entre los bienes conocidos se encuentran tres autos de alta gama, un Rolls Royce Ghost, un BMW i8, una camioneta de lujo Hunta Overcomer, un tanque anfibio en Bielorrusia, dos autos de lujo en Duba, joyas y distintas propiedades en Villa Devoto, Puerto Madero, Bella Vista y Nordelta. 

Los cálculos más optimistas, incluyendo propiedades que Maradona haya donado en vida, podrían acercarse a los 40 millones de dólares. Los más conservadores apenas llegarían a los 10 millones. «En la fantasía las cifras se desdibujan: hacen falta 5.000 autos de lujo en fila hasta Mar del Plata para poder llegar a los 50 o 100 millones que estiman. O no un anillo, sino cien, como el de 300 mil dólares que tenía. Maradona tenía muchos gastos y pocos ingresos», completa D’Alessandro.   

Habrá que determinar si existen otros bienes ocultos o desconocidos. Esa será la tarea de los abogados que lleven adelante la disputa por la sucesión.  «Les digo a todos que no les voy a dejar nada, que voy a donarlo. Todo lo que corrí en mi vida lo voy a donar», disparó Maradona en noviembre de 2019 después de que su hija Giannina mostró preocupación por el estado de salud de su padre. La frase de Diego no tenía peso por la «legitimidad de los herederos forzosos» del Código Civil, donde el cónyuge (matrimonio legal) y los hijos reciban una herencia por obligación. 

La herencia alcanzará entonces a sus cinco hijos reconocidos, mientras que otros cinco, en la Argentina y en Cuba, deberán aguardar las resoluciones judiciales para determinar su filiación.  


Más allá de lo invaluable de su figura y los bienes que acumuló a lo largo de su vida, queda abierta una incógnita aún mayor y es por cuánto tiempo más seguirá facturando el sello Maradona ahora que el 10 se despidió definitivamente.  

Foto de portada: Diego en Dubai con el Sheikh Rashid.

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