Democracia: ¿Un chivo expiatorio?

La Razón

«Cuando la insistencia se hace constante y obsesiva, pierde credibilidad y fuerza, si esa acción no tiene los adeptos sólidos y devotos naufragará en un mar de dudas» Escribe Ángel Quintana:

Compartimos una nueva columna semanal:

«Esto de la democracia, de la que nos «servimos» para todo tipo de ejercicios dentro de la legalidad, amparado por esa aureola ostensiblemente fuera de toda discusión o parlamento, no solo alimenta un cúmulo de maléficas energías que no siempre son «santas» en la terminología que nos toca navegar, ello se explica por el sentido que expongo como título de este artículo.

La humanidad se organiza y asienta sobre bases de semejanzas individuales, en torno a un sistema apto para conservar la armonía de la especie; en tanto, la imparcialidad y la objetividad son tan raras como la justicia, lo que trae como consecuencia la confrontación política de sus bases; todo ello se sustenta con la democracia o un sistema de librepensamiento que muchas veces adolece de credibilidad y en cambio está saturado de dudas y malicia. Usamos en forma desmedida y abusiva esta forma de «libertad», exponiéndola continuamente como un chivo expiatorio de nuestras debilidades e imperfecciones, demandantes perpetuas de nuestras necesidades. Las consabidas tertulias cotidianas que nos enfrentan a diario en cuanto a expectativas e ilusiones que cada uno cobija en pro de una engañosa esperanza, y cuando esas premisas se disuelven nos cruzamos de brazos para expirar y pasarle a hijos y nietos la tarea de ensayar esa experiencia, siempre y cuando nos ampare la democracia.

La aceptación tácita a toda manifestación o forma de transitar una sociedad totalmente a la deriva de un cúmulo de procederes, nos lleva a delinear nuestro futuro, un simple sueño efímero que ignoramos su epílogo. Lo que sí estoy plenamente en armonía con el día a día, es la vulgaridad que sí prevalecerá como sello distintivo y nuestro ADN, no abrigando un minimo de ventura de un cambio sustantivo del entorno urbano y el comportamiento humano ante tanta mediocridad. Todo este debate lo extraigo de una democracia que nos «costó» muchos sacrificios, desasosiegos, ira contenida y desprotección.

Hoy nos servimos en forma abusiva de su beatitud y neutralidad; no con esto quiero sentenciar que este sistema se preste más para el «negocio» sectario que para el buen ordenamiento social de su gente, aunque ello es muy sensible al comportamiento poblacional y que estamos más cerca del abuso y el escarnio que de una racional prevalencia de la utilidad grupal.

SOMOS PARTE DEL UNIVERSO, PERO ESTAMOS ENCAPSULADOS EN UNA SUERTE DE BÓVEDA ERMÉTICA QUE NOS ALEJA DEL DIVINO FLUJO DE LA VIDA, ESA SENSACIÓN TAN EFÍMERA QUE IGNORAMOS Y NOS HACE CREER QUE SOMOS LOS AMOS DEL COSMOS. «

ANGEL QUINTANA

También te puede interesar

Videos
Más Noticias