A veces puede ser que veas a tu gato con los ojos cerrados y en una posición un tanto extraña en varias ocasiones a lo largo del día.
Ellos pueden dormir hasta 17 horas diarias, pero no lo hacen profundamente. De cada cuatro horas, tres son de sueño ligero. Incluso los cachorros pueden llegar a descansar el 90% de la jornada.
Los felinos más dormilones son aquellos que viven solos con sus dueños y que suelen tener poca actividad. Aquellos que pasan sus días junto a otros animales o con niños, reposan menos horas.
Pueden adoptar posturas raras para conciliar el sueño y, en general, buscan lugares mullidos para recostarse, ya sea un rincón apacible, algún almohadón o hasta dentro de un armario.
Muchas veces duermen con el lomo apoyado en alguna pared u objeto, lo cual tiene que ver con una cuestión instintiva, como manera de evitar que los tomen por sorpresa.
A diferencia de los perros, es probable que lo hagan lejos del dueño. Sin embargo, en caso de que se recueste a los pies de alguien de la casa, es señal de que eligió a esa persona como su dueño.
Según los especialistas, los gatos duermen profundamente sólo una de cada cuatro horas. En ese momento, al igual que los humanos, tienen movimientos rápidos de los ojos, que se ven en los párpados cerrados.
Además, cuando sueñan, mueven sus orejas, los bigotes y hasta las garras. Incluso pueden emitir un breve aullido o roncar, si tienen sobrepeso.
Son animales más bien nocturnos, es por eso que prefieren reposar de día y no de noche. De hecho, cuando cae el sol suelen mostrarse más activos y deambuladores. Asimismo, su temperatura corporal baja cuando descansan por lo que eligen el abrigo de la luz solar.
Si tiene alteraciones en el sueño como, por ejemplo, duermen más o menos tiempo de lo habitual, sin dudas, hay que acudir al veterinario.
