Trump declara la guerra al gobernador de California en medio de las protestas en Los Ángeles

La Razón

La ciudad de Los Ángeles (California) vivió su quinta jornada de enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes por los arrestos de inmigrantes:

El demócrata Gavin Newsom demanda al presidente por enviar de forma «ilegal» a la Guardia Nacional a sofocar los disturbios, sin que el Estado lo hubiera solicitado.

La ciudad de Los Ángeles (California) vivió ayer su cuarta jornada de enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los manifestantes por los arrestos de inmigrantes. El llamado a filas y despliegue este fin de semana de 2.000 soldados de la 79ª Brigada de Infantería sin el consentimiento del gobernador californiano, Gavin Newsom, tiene pocos precedentes en la historia de Estados Unidos.

El presidente Donald Trump asegura que la Guardia Nacional era necesaria para restablecer «el orden y la ley», pero el líder del Estado más poblado del país no lo ve igual y ya ha anunciado que demandará al Gobierno por esta decisión. «No teníamos ningún problema hasta que Trump intervino», ha publicado Newsom en sus redes sociales. «Esto es una grave violación de la soberanía estatal, exacerba las tensiones y desvía recursos de donde realmente se necesitan». «Las fuerzas locales no necesitaban ayuda», aseguraba Newsom el domingo por la noche. «Ahora la situación está desestabilizada y necesitamos enviar más fuerzas del orden solo para limpiar el desastre de Trump».

Las leyes respecto a la decisión de Trump para contener las protestas en Los Ángeles son ambiguas. Solo en un momento de emergencia las fuerzas militares pueden desempeñar funciones de policiales contra ciudadanos. Según una publicación de Steve Vladeck, profesor de Derecho de la Universidad Georgetown, la medida tomada por Trump es «innecesaria», teniendo en cuenta que «ninguna autoridad local o estatal ha solicitado dicha asistencia federal» y, al cierre de esta edición, Trump no había invocado «[aún] la Ley de Insurrección» del siglo XVIII, que permite al presidente activar al ejército en casos de rebelión o disturbios».
En este sentido, Vladeck explica en su artículo que los soldados solo pueden proporcionar como «una forma de protección de la fuerza y apoyo logístico al personal de ICE», (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, por sus siglas en inglés). Sin embargo, el profesor insinúa que quizás eso sea precisamente lo que el mandatario estadounidense está buscando, que la situación se descontrole para que «el Gobierno federal pueda invocar su fracaso como base para un despliegue nacional más agresivo de las tropas».
Fuente y foto: La Razón España.

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