Los «bohemios» cometieron una serie de errores imperdonables, Bolívar lo goleó y quedó eliminado del máximo certamen de clubes del continente. Un nuevo «golpe» a la imagen del fútbol uruguayo, un «lamento boliviano»:
Bolívar goleó 5-0 a Wanderers y empezó la noche aprovechando una falla de la defensa bohemia que le erró en la salida tardía y dejó solo a Leonardo Ramos, el centrodelantero de los bolivianos, que definió con precisión entrando al área chica para el 1-0.
A pesar del impacto del gol recibido, Wanderers aguantaba bien el partido y se mantenía a tiro con un resultado que por lo menos lo llevaba a los penales. Incluso Renzo López tuvo la posibilidad del empate con un remate a distancia, tras una certera recuperación de Guzmán Pereira, y que generó una notable intervención del arquero Javier Rojas, que ya había jugado muy bien en el Prado y fue el responsable de que su equipo no recibiera una mayor cantidad de goles.
Bolívar puso el pie en el acelerador, su mejor jugador -Erwin Saavedra- se escapó por la derecha y dejó solo a Ramos, pero Mauro Silveira se lució con una monumental atajada con la mala liga que el balón le quedó servido a Bruno Miranda, ante la pasividad en la marca de Paulo Lima, para colocar el 2-0.
Ya ese marcador metía miedo, porque a Wanderers le costaba salir del ahogo propio de la altura. Pero más se complicó y se terminó de quebrar el encuentro cuando en una de las últimas incidencias del primer tiempo, y tras un tumulto de varios futbolistas, el joven Diego Hernández agredió frente al árbitro a un rival y el ecuatoriano lo expulsó de manera correcta.
El segundo tiempo fue difícil para Wanderers, Bolívar redondeó el marcador, y Silveira dio una muestra de valentía y adhesión al club al jugar más de 30 minutos lesionado, realizar estupendas atajadas, y no salir porque no había un arquero suplente natural.
Mauro Silveira y una muestra de adhesión al club:
¿Puede un arquero recibir cinco goles y ser la figura de su equipo? Claro que sí. Ayer lo demostró Mauro Silveira, quien tuvo atajadas formidables. Una de ellas, sobre el final del juego, incluso estando visiblemente lesionado en su mano derecha. El joven tuvo mucho coraje, sabiendo que no había arquero suplente.
El nivel en caída del equipo «bohemio»:
Este cierre de temporada para Wanderers ha sido muy malo. Si bien es cierto que ha tenido una infinidad de problemas, en la cancha el equipo no ha logrado sobreponerse a las adversidades. Así fue que recibió 17 goles en los últimos cinco partidos entre Campeonato Uruguayo y Copa Libertadores.
Fuente: Ovación.
Fotos: EFE.