«Primavera: ¡Brotaron las cebollas! ¿Cómo las podemos aprovechar?». Ver artículo completo aquí:
La Razón comparte un nuevo espacio sobre salud alternativa y consejos sobre huerta orgánica.
Hace unas semanas me regalaron un montón de cebollas que ya estaban en la etapa de sacar brotes, inexperta en lo que respecta al cultivo de las mismas, comencé a preguntar y a buscar información para sacarles el mayor provecho.
De todo lo que he podido investigar me he quedado con algunas opciones, sencillas, que pude comenzar a poner en práctica. Quiero compartirlas con todos aquellos interesados en tener una huerta en casa ya que, en este momento del año, las cebollas están brotando con mucha facilidad y es motivador tener un alimento tan noble y poder consumirlo recién cosechado pero que, al mismo tiempo, también lo podemos conservar para que nunca nos falte.
Como la mayoría de las plantas – la cebolla – comienza el proceso de floración gracias al calor primaveral y la humedad que puede haber en el ambiente las empuja a sacar sus brotes. He reservado dos de ellas para obtener semillas y, en menos de tres semanas, ya estoy viendo aparecer los primeros pimpollos.
Trataré de obtener, de las otras cebollas, los cebollines de verdeo y luego hacerlos conservas. Sé que ésto necesita un poco más de atención ya que la planta va a intentar florecer, para dar flores y reproducirse. Por lo que una de las cosas que hay que vigilar de continuo es la aparición de tallos (entre sus hojas).
Tanto en el cultivo para semillas, como en el de verdeo, las cebollas deben plantarse en tierra floja y mantenerla húmeda. No exagerar con el riego porque se pudre la planta. En mi caso le mezclé bastante pasto seco, ya que lo había cortado en esos días y, como la tierra en donde vivo es bastante arcillosa, ayudará a que no queden tan apretadas. Dejando unos 15 cm. de distancia entre cada una con la otra.
También es importante que reciban la luz solar.
Aquellas que estoy reservando para cebollín de verdeo, son las que espero con más emoción. Ya que le darán sabor a próximas comidas y, más adelante de este artículo, les contaré los beneficios que da su consumo a nuestra salud.
Veamos los pasos para obtener el verdeo y los cebollines:
1) plantamos la cebolla brotada, como les expliqué anteriormente, dejándole libre la parte de arriba.
2) pasadas una semana (o poco más, pero no nos podemos demorar mucho porque puede florecer), las desenterramos y separamos – uno por uno – los cebollines teniendo cuidado de no romper sus raíces (si es necesario nos ayudamos con unas tijeras).
* Las tijeras siempre deben ser, previamente, desinfectadas con alcohol y volver a desinfectar cada vez que pasamos de una cebolla a otra. De esta manera si una cebolla está infectada no le pasaremos esos microbios a las otras.
3) Luego que tenemos todos los cebollines, los plantamos a una distancia aproximada de 15 cm., en tierra con las mismas condiciones que la usada al principio con las cebollas.
Si queremos aprovechar la tierra para otra planta – los cebollines – pueden tener muy buen rendimiento si los plantamos en tarros, cajones, etc …
* Recordar siempre: no plantar en lugares que encharcan, cuando no tenemos un lugar alto, es recomendable hacer canaletas que ayuden al desagüe.
Para cosechar verdeo, podemos ir podando de a poco las hojas. Recuerden desinfectar las tijeras antes de cortarlas. Soy insistente con ésto, porque es muy común enfermar las plantas por no ser precavidos.
También podemos directamente esperar a cultivar todo el cebollín entero y sacar ambas cosas al mismo tiempo, pero no podremos ir disfrutando del sabor del verdeo hasta la cosecha.
*Nunca podar todas las hojas juntas, a no ser en el caso de la cosecha del cebollín, la planta necesita de sus hojas para respirar y tener una mejor alimentación. Sin hojas – el cebollín – morirá.
¿Cómo conservar?
En el caso de las semillas, las cuales deben ser cosechadas cuando la flor termina su ciclo y vemos que está seca (vigilando que no caigan a la tierra, si vemos que comienzan a caer, será el momento ideal para cosechar ya que, no sólo nos aseguramos de su madurez, si caen a la tierra será muy difícil recuperarlas porque son muy pequeñas y oscuras), para guardarlas en una servilleta, adentro de una bolsa bien cerrada o de un bollón hermético y, dejarlas en un lugar seco y oscuro (como puede ser el cajón de un armario, no es recomendable en la cocina o el baño por el vapor que puede haber en esos sitios de la casa).
El verdeo se recomienda congelarlo. Para ésto, debemos lavar las ojas, cortarlas en trozos del tamaño que nos guste usarlos, volver a lavarlos y dejarlos durante unos minutos (5 aprox.) en un colador para que se escurra bien. Luego, lo podemos poner en bandejas, en forma de plancha para poder ir cortándolo con facilidad. También lo podemos guardar en porciones, dentro de bolsas de un tamaño individual o envases chicos. Siempre deben quedar bien cerrados para que el frío no los queme y no pierda propiedades.
Debemos sacar la cantidad que vamos a usar ya que, así congelado, debe ir directamente a la olla o a la sartén.
Los cebollines, los podemos congelar, de igual manera que el verdeo, pero cortados en 2 mitades o 4. También los podemos congelar en una especie de mixto, osea, verdeo y cebollín, mezclados.
Una forma que me tiene tentada para conservarlos es al vinagre. Para ésto, debemos pelar el cebollín, preferentemente sacando su primer capa, los debemos sumergir en agua helada para que saquen parte de su acidez. Luego, los sacamos y ponemos sobre una servilleta de papel de cocina, los presionamos desde arriba con otra servilleta de papel y, después, los vamos terminando de secar (uno a uno), también con servilleta de papel que sacará mejor su humedad. A medida los vamos secando, los vamos poniendo en un bollón de vidrio, que tenga cierre hermético y que esté previamente esterilizado. Por último, cuando ya los tenemos dentro del bollón, los tapamos con vinagre. Es importante que, el vinagre, llegue hasta la boca del bollón, de esta manera no le entrará aire y no nacerán hongos allí. Si lo deseamos podemos agregarles una hoja de laurel y unos granos de pimienta, antes de poner el vinagre. Lo dejaremos, bien cerrado, en un lugar fresco y seco, durante un mínimo de 2 semanas. Será un manjar para acompañar nuestros platos.
Les nombré que el consumo de cebollín o cebolla de verdeo es bueno para nuestra salud. Aquí les contaré algunas de las propiedades y beneficios que se han comprobado que aportan a la misma: Propiedades:
Vitaminas: A, de complejo B, C, D y K.
Minerales: potasio, magnesio, manganeso, fósforo, sodio, calcio, hierro, cobre, azufre y zinc.
Es fuente de ácido fólico y fibras.
Es bajo en calorías, sal y grasa.
Efectos: antioxidantes, antiinflamatorios, antialérgicos, antivirales, anticancerígenos, además del aporte de otros compuestos flavonoides como los sulfúricos.
Beneficios: Es un digestivo natural y tiene propiedades diuréticas, ayudándonos a desintoxicar el cuerpo.
Ayudan a prevenir y curar algunos tipos de cáncer.
Estabiliza la presión arterial, por lo que ayuda al buen funcionamiento del sistema cardíaco.
Reduce el colesterol malo.
Alimenta al cerebro, evita daños neurológicos y ayuda a mantener la buena memoria. Colabora en la producción de osteocalcina, lo que fortalece los huesos. Mejora el estado anímico. Reduce los niveles de azúcar en sangre.
Ayuda a reducir el nivel de estrés oxidativo del sistema ocular y previene la aparición de cataratas. Favorece nuestro sistema inmunológico. Colabora en la buena salud de nuestra piel y nuestro cabello, ya que aporta betacaroteno.
Es un adelgazante natural.
Nos ayuda a tener un buen descanso, participando del buen sueño.
*Éstos son sólo algunos de los beneficios que aporta el consumo de cebolla de verdeo a nuestra vida por lo que, aprovechando bien nuestras cebollas brotadas, comeremos ricos alimentos y estaremos ganando en salud.
*Recuerden que, en caso de consumirla para beneficiarse en casos de enfermedades, siempre hay que consultar a su doctor/a y a su nutricionista.