Jeanine Áñez recupera la libertad tras más de cuatro años presa por el presunto golpe de Estado en Bolivia

La Razón

La ex presidente había asumido la presidencia en noviembre de 2019, tras la renuncia de Evo Morales, en medio de una grave crisis social y denuncias de fraude electoral:

La ex presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, fue liberada este jueves en La Paz después de pasar más de cuatro años y medio en prisión, tras la anulación de la sentencia que la había condenado a diez años de cárcel por su papel en la crisis política de 2019.

Áñez, de 58 años, salió del penal de mujeres de Miraflores cerca de las 15:00, ondeando una bandera nacional y sosteniendo una Biblia. Afuera la esperaban decenas de simpatizantes y familiares, que celebraron su excarcelación entre aplausos, cánticos y lágrimas.

“Es grato ver que nuevamente la justicia en Bolivia va a reinar. Es la única mujer que asumió el cargo con valentía y coraje”, declaró Lizeth Maure, una enfermera de 46 años que acudió al lugar para recibirla.

La exmandataria expresó sentirse “satisfecha de haber cumplido con mi patria y de que nunca me doblegaron”, según dijo a AFP. “Nunca me voy a arrepentir de haber servido a mi país cuando me necesitó”, añadió.

La caída y la condena

Jeanine Áñez asumió la presidencia en noviembre de 2019, tras la renuncia de Evo Morales, en medio de una grave crisis social y denuncias de fraude electoral. En ese momento, era senadora y segunda vicepresidenta del Senado.

Su ascenso fue considerado por el Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Morales, como un golpe de Estado. Áñez gobernó durante un año, hasta noviembre de 2020, cuando fue reemplazada por el actual mandatario, Luis Arce.

En 2021 fue encarcelada y, un año después, condenada por “resoluciones contrarias a la Constitución” y “incumplimiento de deberes”. La justicia determinó que había asumido ilegalmente el poder.

Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia anuló su sentencia este miércoles, argumentando que, como expresidenta, Áñez debía haber sido sometida a un “juicio de responsabilidades” en el Congreso antes de ser procesada penalmente.

Heridas abiertas de 2019

Durante su corto gobierno, las protestas de simpatizantes de Morales fueron reprimidas por las fuerzas del orden, dejando 36 muertos en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), según la Defensoría del Pueblo.

Estos hechos también podrían ser investigados mediante un juicio de responsabilidades, una instancia que el Parlamento aún debe evaluar.

“Jamás hubo un golpe de Estado. Lo que hubo fue un fraude electoral que nos llevó a todos los bolivianos a reclamar nuestro derecho a que los votos sean respetados”, insistió Áñez tras su liberación.

Un futuro incierto

La exmandataria acusó al gobierno del MAS de haber manipulado la justicia para mantenerla encarcelada. “Se tuvo que ir el monstruo para que los administradores de justicia puedan actuar conforme a la norma”, dijo en alusión al fin del mandato oficialista, que concluye este sábado tras 20 años de hegemonía política.

Aunque sus causas judiciales aún no están cerradas —han sido trasladadas al Congreso para su revisión—, Áñez se mostró dispuesta a enfrentarlas: “Si tengo alguna responsabilidad en algo, la voy a asumir, pero con una justicia imparcial”.

Bolivia atraviesa una nueva etapa política tras las recientes elecciones, en las que la izquierda sufrió una dura derrota: el MAS apenas logró 10 de los 130 escaños en la Asamblea.

Áñez confirmó que asistirá el próximo 8 de noviembre a la toma de posesión del presidente electo, Rodrigo Paz, pero aclaró que no planea volver a la política. “He recuperado mi libertad, pero la lucha por la verdadera justicia en Bolivia recién empieza”, dijo la exmandataria.

Con información de AFP

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