Carlitos Balá es sinónimo de alegría. Tan solo ver su rostro inspira felicidad, y distintas generaciones se han divertido con sus gestos y sus frases.
El humorista y actor cumple este jueves 95 años, y millones de chicos, jóvenes y adultos celebran que aún a esa edad se mantenga vigente.
La vida del actor siempre estuvo ligada al humor, a pesar de que en sus inicios su timidez fue uno de los principales impedimentos para lanzarse a fondo.
Fue la motivación de su hermana la que lo impulsó a saltar y asistir a varios castings: al primero de ellos se presentó con el nombre de Carlos Valdez, para ocultárselo a su padre Mustafá, un inmigrante libanés.
Frases como “¿Qué gusto tiene la sal?” y “¡Eaa eaa pepe!”, o la instalación del chupetómetro lo hicieron saltar a la fama, después de comenzar con sus discursos y monólogos arriba de la línea 39 de colectivos de la Ciudad de Buenos Aires.
En los premios Martín Fierro del año 2011 se realizó un merecido reconocimiento a su trayectoria, y cinco años más tarde fue declarado “Embajador de Paz” en el Vaticano.