Así lo informó el titular del MGAP en ronda de prensa y se presentará hoy en el Parlamento.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca Fernando Mattoscomparece este jueves ante la Comisión Permanente del Parlamento para explicar las medidas adoptadas por el gobierno ante la sequía extrema que vive el país desde octubre del año pasado. Convocado por el Frente Amplio, el senador Sebastián Sabini dijo que esas medidas “son tardías, paliativas e insuficientes”.
Al inicio de su presentación, que incluyó gráficas y cifras, Mattos dijo que efectivamente las medidas adoptadas por el gobierno hasta ahora “son iniciales, justamente para paliar la situación”. “Son medidas paliativas, coyunturales para enfrentar la situación, y luego tenemos que pensar en medidas más estructurales para el agua, tanto para la producción como para el consumo humano”, alertó.
«Hemos reaccionado rápido y de agravarse la situación seguramente tendremos que adoptar otras medidas», adelantó el ministro.
En cuanto a los daños que provocó hasta ahora la sequía, en cifras, Mattos dijo que ronda los 1.175 millones de dólares “en impactos directos”. “Es una estimación muy primaria, vamos a tener que revisar ese cálculo para adelante de forma constante”, advirtió.
En la lechería la pérdida es de 100 millones de dólares. En ganadería 440 millones de dólares. En praderas perdidas 145 millones de dólares. Y en agricultura 490 millones de dólares.
La misma ronda en el entorno de los 8 y 10 millones de dólares al año; el sector continuará produciendo, ahora se le suma competidor. brasilero
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, concurrió a la comisión de Industria, Energía, Comercio, ,Turismo y Servicios del Senado para explicar la situación del ente.
Elmercado de producción de cemento en Uruguay se reparte entre cuatro jugadores: Cementos Artigas que tiene el 45%, Ancap que tiene el 42%, Cementos Charrúa (la empresa propiedad de Diego Lugano y Diego Godín) que tiene el 8% y “el resto la Compañía Nacional de Cementos, que en realidad embolsa de Cementos Artigas”, dijo Stipanicic según la versión taquigráfica de la reunión.
“El mercado uruguayo tiene alrededor de 800.000 toneladas por año de demanda y la capacidad instalada de Ancap, que es algo así como de 390.000, más las 500.000 que tiene más o menos Cementos Artigas, superan la demanda local”, explicó el presidente de Ancap. Cementos Charrúa “es cemento turco importado”, agregó.
La línea de negocio del portland para Ancap tiene una “pérdida sistemática de US$ 8 millones o US$ 10 millones por año”, en “los últimos 20 años no hubo un solo año que haya dado ganancias” y a partir del año próximo habrá un nuevo jugador en el mercado que si bien inicialmente planea exportar su producción, también podría volcarla al mercado local, dijo el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic. “Estamos complicados”, afirmó.
En 2021 se incorpora un nuevo jugador. “Es un empresario brasileño que invirtió US$ 140 millones o US$ 150 millones en una planta en el departamento de Treinta y Tres que, en el primer semestre del año que viene, va a producir para el mercado uruguayo -según las estimaciones que nos han trasmitido- 500.000 toneladas adicionales de portland”, indicó Stipanicic.
“Es decir que se va a incorporar un jugador nuevo, con niveles de exigencia bastante más altos que los de Ancap, capaz de volcar 500.000 toneladas más al mercado uruguayo. Las declaraciones iniciales de este empresario fueron que esa planta se iba a orientar a la exportación, pero cuando uno ve la diferencia de precios que hay entre Brasil y Uruguay, es muy tentador colocar en Uruguay”, afirmó el presidente del ente.
¿Cuál es el problema de Ancap en el negocio del portland que ha dado pérdidas sistemáticamente? “Para que tengan una idea, los costos de producción de Ancap son alrededor del doble de los que tiene Cementos Artigas. Estamos complicados. Hay un atraso tecnológico muy grande y hay una situación de ineficiencia en los costos fijos muy alta. Una cosa va de la mano con la otra, pues cuanto menos tecnología, más mano de obra, y cuanto más vetusta, más obsoleta la tecnología, menos productiva es la mano de obra aplicada”, argumentó Stipanicic.
“Lo que hay que tener claro de la situación del portland es” que hubo “una decisión estratégica que se tomó en el 2007, de mantener dos plantas en lugar de una, de hacer la inversión en Paysandú y en Minas. Esa decisión de mantener dos plantas obviamente duplica los costos fijos de las plantas. Incluso los costos fijos evolucionaron al alza en los años posteriores, con lo cual lo que ocurre hoy es que el negocio del portland para Ancap enfrenta una pérdida sistemática de US$ 8 millones o US$ 10 millones por año. En los últimos 20 años el negocio del portland ha dado pérdida”, planteó Stipanicic.