Previo a la pandemia no muchos conocían la aplicación de trabajo colaborativo Slack. Con un sistema de canales de comunicación y mensajes privados, la plataforma era elegida por las empresas para mejorar los flujos de trabajo, ordenarlos y bajar el envío de mails o el uso de WhatsApp.
Todo cambió cuando el coronavirus hizo que la mayor parte del mundo se vuelque al teletrabajo. Los jefes buscaron formas de mejorar el diálogo con sus equipos, las organizaciones tuvieron que replantear sus formas de trabajo y Slack encontró la oportunidad perfecta para explotar.
El 9 de marzo fue el «día D» para la compañía. En esa fecha esperaban que la plataforma creciera exponencialmente. Y eso pasó.
Ese día el número de usuarios conectados en todo el mundo llegó al punto más alto de toda su historia. Pero la cifra siguió aumentando. El 10 de marzo Slack alcanzó los 10 millones de usuarios al mismo tiempo. Seis días después, llegaron a 11 millones. Y una semana más tarde fueron 12 millones de personas en simultáneo.
La cifra es más importante sabiendo que en las dos primeras semanas de pandemia, Slack tuvo más cuentas simultáneas que en los seis meses anteriores. El ritmo se aceleró y la empresa sumó 500 mil usuarios adicionales en los últimos dos días de marzo.
Las claves de Slack
El CEO de Slack, Stewart Butterfield, dijo el 20 de marzo: «Uno no puede manejarse con correo electrónico en este caos». Fue una semana y un día después de su informe de ingresos y en pleno auge de la compañía por el coronavirus.
Slack ofrece salas de chat o canales, organizadas por temas. También permite enviar mensajes directos o grupos de conversación privados. Tiene un buscador, aplicaciones para Windows, Mac, Android, iOS y Linux. Pero lo mejor de todo son sus integraciones con otras plataformas, para potenciar el trabajo.
Con pocas configuraciones, y sin conocimientos técnicos, se pueden vincular servicios de Google, como Drive o el calendario, Dropbox para compartir archivos o Twitter para recibir notificaciones cuando una cuenta envía un mensaje. Las posibilidades son muchísimas, ya que desde 2015 ofrece integración con más de 150 aplicaciones.
La ventaja respecto al mail es que permite ordenar la información por temas y grupos, de forma tal que todos puedan acceder a lo que necesitan de forma rápida y ágil. Además ofrece un buscador para encontrar lo que se necesite. También permite el diálogo entre los miembros de los grupos, las preguntas y la toma de decisiones compartidas. Además de incluir reacciones, emojis y GIFs animados, por supuesto.
En julio de 2020, en una de sus últimas implementaciones, incorporó una opción para que los usuarios establezcan horarios por día para recibir notificaciones. De esta forma, en épocas en las que muchas personas no logran «desconectarse» por el teletrabajo, el servicio permite configurar los momentos en los cuales no queremos recibir avisos.
Otras de las novedades de 2020 fue la integración con las videollamadas de Microsoft Teams. Las llamadas además se pueden realizar directamente desde los canales de conversación y también permite establecer recordatorios y vincularlos a Outlook o Google Calendar.
Slack se puede usar de manera gratuita, aunque con las versiones pagas ofrece más funcionalidades, como integración de más servicios, acceso a invitados y archivo sin límite de tiempo.