En China, un menor tuvo que someterse a una cirugía para extraer un cable eléctrico de 70 cms que se introdujo por la uretra y que mantuvo durante casi tres meses dentro de su cuerpo.
Ocurrió en la ciudad de Dongguan, en el sur del gigante asiático, donde un adolescente se metió un cable de casi un metro en su pene.
Según informa KNEWS el martes, el mismo obró motivado por la «curiosidad por dónde venía la orina…»
El cable permaneció dentro de la vejiga más de tres meses, durante los cuales el menor sufrió diversos trastornos. Sus micciones eran frecuentes, súbitas y dolorosas, en ocasiones con sangre.
Finalmente, fue trasladado a un hospital donde fue necesario operarlo para retirar el cable. Tras una intervención que duró casi una hora, el objeto fue retirado con éxito.
El médico, de apellido Shi, detalló a la prensa local que el cable eléctrico era originalmente negro, pero debido a su larga permanencia dentro del cuerpo de paciente se empercudió de suciedad y orina, adquiriendo una tonalidad grisácea.
Explicó además que el daño en la uretra y la vejiga del menor hubiera ido en aumento si el cable pasaba más tiempo alojado en el paciente.