Conocé más acerca de la vicepresidenta electa de los Estados Unidos hace pocas horas y la opinión de nuestra actual vice en Uruguay:
Kamala Harris, el lado personal de la nueva mujer más poderosa de América. La futura vicepresidenta de los Estados Unidos es hija de un jamaicano y una hindú tamil, y se casó hace seis años con un abogado que le lanza románticos mensajes en redes.
“Kamala Harris tiene una predisposición a temas muy similares a los que me interesan. En el tuit que acabo de poner yo la colocaba a ella muy especialmente porque me parece que va a hacer muy buenos aportes”, señaló Argimón, la vicepresidenta de nuestro país.
Argimón consideró que, aún más allá del perfil de la vicepresidenta electa, el Partido Demócrata tiene una agenda muy marcada por los derechos de la mujer y la igualdad racial. “Los demócratas tienen eso muy fuerte en sus plataformas, pero además Kamala Harris lo ha manifestado, ella tiene todo el compromiso de una lucha contra toda forma de discriminación racial, étnica, y me parece que las mujeres tenemos mucho para contribuir en el mundo globalizado, donde algo que nos debe preocupar son las sociedades polarizadas”, consideró la vicepresidenta.
Sobre Harris:
El interminable recuento de las elecciones estadounidenses está a punto de encumbrarla como la primera vicepresidenta mujer de la historia de los Estados Unidos, tras su designación a finales del verano como compañera de ticket de Joe Biden. Entonces, la furibunda reacción de Donald Trump ya era la mejor manera de dimensionar a la señora Harris, senadora por California, fiscal de larga trayectoria, hija de inmigrantes (aunque no precisamente espaldas mojadas) y la nueva mujer más poderosa de América.
La biografía personal de Kamala Harris es casi tan interesante como la profesional. Es hija de un profesor de universidad jamaicano y de una oncóloga tamil. Aunque nació en California, pasó un tiempo viviendo en Canadá cuando sus padres se divorciaron, y se casó hace relativamente poco (en 2014) con un abogado judío. Su árbol genealógico, su edad (56 años) y sus vivencias personales son un antídoto contra los prejuicios y vienen como anillo al dedo para complementar a Joe Biden. De hecho, muchos no apostaban por ella en un principio precisamente por su presunta mala relación con Biden, al que ha tachado de racista públicamente.
Ambos hicieron borrón y cuenta nueva en nombre de los intereses demócratas pero también en el de Beau Biden. El hijo de Joe, íntimo amigo de Kamala, falleció en 2015 por un tumor cerebral a la edad de 46 años. La amistad de Harris con el hijo fallecido de Biden fue decisiva para esta complicidad electoral, como reconoció el propio candidato. Beau admiraba mucho a Kamala, con la que trabajó estrechamente durante temporadas, y «no hay opinión que yo valore más que la de Beau, por lo que estoy orgulloso de que Kamala esté conmigo en esta campaña», ha dejado escrito Biden.