Por efecto del COVID-19 en 2020, creció alrededor de un 1600% como parte de un «fenómeno global» y que no pudo evitar que padezca nuestro país:
La suba “meteórica” del costo de los fletes que conectan China y Uruguay continuó. Hablando en plata, el viaje en contenedor de 40 pies que costaba unos 500 dólares en junio de 2020, seis meses después pasó a costar entre 8.100 y 9.100 dólares, según el relevamiento realizado por Brokers & Trading. Este incremento de alrededor de 1600% es parte de un fenómeno global y no algo exclusivo de estos lares.
Según El Mercantil (España), el envío de contenedores sigue interrumpido por la escasez de equipos de caja que restringen la capacidad disponible y, por lo tanto, llevaron a las tarifas de transporte a niveles récord. Esto se debe a problemas de reposicionamiento de contenedores vacíos, en lugar de una flota inadecuada.
Otro aspecto específico asociado a la pandemia tiene que ver con los costos operativos del transporte. En el último informe anual de la consultora Drewry se dice que las primas de cobertura de seguros son más altas debido a mayores riesgos por COVID-19. De igual forma, se espera que se moderen en los años siguientes a medida que se reduzcan los gastos relacionados con la pandemia.
Los precios de la carga “desde la pandemia se han incrementado por cinco y la zona en la que más grande es la variación es en los tráficos Asia-Europa”. En este sentido, el Head of Maritime Product de Tiba, Chanso Eap, ha subrayado que no existe “disponibilidad de contenedores. Debido a una demanda débil en el primer y segundo trimestre de 2020, generada por el Covid-19, las navieras suspendieron la fabricación de nuevos contenedores y ahora los fabricantes están retrasando la producción de estos equipos para el primer trimestre de 2021, aun teniendo en cuenta que la demanda ha repuntado de forma rápida”.
En la actual coyuntura, operadores mundiales prevén una pequeña baja de precios, lo que sería a partir del Año Nuevo Chino que se inicia el 12 de febrero y se festeja hasta el 17 del mismo mes. Resulta que la llegada del Año Nuevo Chino afecta notablemente las previsiones del comercio exterior mundial, especialmente a las empresas importadoras de productos fabricados en China. Durante una semana, el gobierno, la construcción y las fábricas detienen todas sus actividades, mientras que los puertos y las aduanas por lo general operan con un mínimo de personal, con la única prioridad de los artículos perecederos.
Comercio exterior con China en 2020
China mantuvo su participación de 21% en las importaciones de pese a una caída de 11% respecto al año anterior. El total importado se ubicó en US$ 1.439 millones. Pese a que sufrieron una sensible disminución, las compras de vestimenta fueron las de mayores montos en el año. Teléfonos y abonos fueron otros de los productos más relevantes importados desde este país.
China volvió a ser el principal destino de las exportaciones uruguayas en 2020, posición que mantiene desde 2013. Las ventas a este destino alcanzaron los US$ 2.149 millones, lo que implicó una retracción de 25% de las compras desde ese país comparadas con las realizadas en 2019. La evolución negativa fue en mayor medida como consecuencia de los menores envíos de carne bovina (30%), soja (39%) y celulosa (7%) que llevaron a que el gigante asiático baje su participación a 27% en el total de las exportaciones uruguayas de bienes.
Fuente: Uruguay XXI / Borkers & Trading