«Si alguien lo dijo, o yo lo intuí, como una «actitud» de mi parte de los estados cotidianos… me hago cargo…» Ver columna completa de Ángel Quintana.
La Razón comparte un nuevo espacio de opinión:
Lo que reviste cierta atención es esa perpetua oscuridad tratando de infundirle una tenue claridad, que será bienvenida ante los negros nubarrones que nos envuelven como una mortaja.
No es «ajeno» (palabra que muchos esconden), los innumerables hechos que se están manifestando y que encierran una infinita actualidad, sin que, atinemos a denunciarlos como avatares reñidos con las nobles costumbres y la armonía ciudadana.
Esos motivos, cargados de desidia y consecuentemente nocivos para nuestra cotidianidad los estamos palpando a diario, en la configuración urbana con cierta desprolijidad y mala puesta en escena, para asombro de los espectadores que asistimos impotentes a esos desajustes.
Es evidente que en otras ciudades o conglomerados urbanos del departamento estos despropósitos se han atacado con total éxito, por lo que nos sentimos -pese a los logros obtenidos- una población de segunda categoría; no más ver la suspensión de la recuperación del hormigón en las arterias céntricas y periféricas, que había tomado un vuelo seguro y creíble, lo que maquillaría en parte las escabrosas superficies del resto de las calles. Otro de los «olvidos» es la concreción de cordón y cuneta de amplias zonas urbanas, fundamentalmente de aquellos barrios más humildes que -en ciertos casos- cuentan con una humilde capa asfáltica y hoy totalmente degradada.
Debemos citar, como corolario de un Rosario de omisiones los remiendos en pleno casco urbano de aquellas áreas baldías de total notoriedad, cuna de depósitos de basuras y todo tipo de desechos que atentan con la salud de los vecinos.
Es hora de rectificar nuestras actitudes y procurar ser ciudadanos de primera, desterrando los nocivos hábitos que nos aquejan (esto lo expreso con infinita congoja e impotencia).
PRENDAMOS UNA VELA PARA VISUALIZAR EL CAMINO QUE -CON CERTEZA- NOSCONDUCIRÁ A UNA TOLERANCIA Y AUTOESTIMA ACORDE A NUESTRO IMPORTANTE EN CLAVE EN EL DEPARTAMENTO.
ANGEL QUINTANA