José Sena, jubilado, encontró una riñonera con $ 13.010 y lo llevó a la Jefatura. Encontraron a la dueña. A partir de la devolución, la vida mejoró para el hombre y su familia.
A las 16 horas del 3 de junio, el jubilado José Sena circulaba en moto por el centro de la Ciudad de Florida. Al llegar a la esquina de las calles Antonio María Fernández y Rivera, fue que observó un objeto caído en el medio del pavimento.
Detuvo su vehículo, se agachó y lo levantó. Pensó que se trataba de una gorra. Minutos después, estacionó contra el cordón. Lo que había encontrado era una riñonera. Cuando la abrió, descubrió que en el interior había un pequeño monedero con $ 13.010, una libretita y una lapicera. “Esto es de una persona laburante”, pensó.
Sena siguió su camino. Pagó las cuentas con su jubilación y solo le quedaron $ 900. Sabía que, el resto del mes, su familia y él debían vivir con las ventas de comida que hacían a través de una página de Facebook.
Tras pagar las cuentas, Sena se dirigió a la Jefatura de Policía de Florida. Junto con un agente, contaron el dinero. Luego le entregaron un documento a cambio de lo que había devuelto.
El 6 de junio, en tanto, la Jefatura de Policía de Florida emitió un comunicado sobre el hallazgo. Poco después, la dueña justificó en la Policía que la riñonera, el dinero y la libretita eran de ella.
La joven trabajaba como cobradora de un lavadero y la pérdida del dinero la había obligado a sacar un préstamo. Tras recuperar la riñonera, la cobradora se dirigió a la casa de Sena y le ofreció dinero por su acción. Él lo rechazó.
A partir de la devolución, la vida mejoró para Sena y su familia. “La venta de comida se triplicó. También recibí donaciones de varias personas. Lo que he obtenido supera con creces el dinero que había en la riñonera, y que además no era mío”, dijo Sena a El País.
Y luego reflexionó: “Si habrá que andar bien en esta vida. No tiene precio colocar la cabeza en la almohada y dormir tranquilo”.