Compartimos una nueva columna de opinión de Ángel Quintana, verla completa aquí:
Espacio llamado «Solidaridad: Ese eterno y olvidado sentimiento».
La crueldad, como casi todos saben, es un distintivo real del ser humano, pero, la indiferencia,insensibilidad, desprecio, ignorancia, falta de respeto, etc., son componentes que, en sucombinación puede ser letal.
Es correcto que cuando nos llaman a colaborar con cierto evento que aqueje a vecinos quetransitan una calamidad como una inundación, un incendio de su vivienda, ser carenciadosy no tener acceso a alimento y abrigo, estamos prestos a poner nuestra voluntad y beneficioen pos de paliar un tanto tamaño sufrimiento, pero cuando se trata de otros seres, infinitamenteindefensos y sin derechos como los animales que navegan en un mar que los sepulta en eldolor y olvido, me planteo un gran interrogante respecto a qué especie de engendro soypartícipe.
En estos días de gélido comienzo del invierno empiezan a fluir los sentimientos más mezquinose insensibles de nuestra raza, con el…¿TRATO? tan despiadado como incomprensible para conlos animales que deambulan sin rumbo por nuestras calles, y la indiferencia tan notoria llenade maldad, de esa gente que ve y siente el de esos desprotegidos, nuestros hermanos,fieles y desinteresados.
Mi calidad de vida -pienso- tal vez se resienta con la contemplación de tal estado de cosas, que diariamenteme mortifican, arenando y erosionando mi corazón hasta dejarlo inerte y con cierta sensaciónde impotencia que mengua mis fuerzas.
Qué cuesta una caricia, acercarle un mendrugo de alimento, una sonrisa que troque esa insensibleanimosidad y la maldad y el rechazo?.
En mi barrio como en todos los sitios de mi querido pueblo están instalados eternamente muchosperros desechados, con diferentes tratos por parte de los vecinos, yo, conjuntamente con mi Esposa,en esas noches lúgubres y de frio penetrante les ofrecemos lo sustentable: cariño y alimento.
No tenemos que ser así, con gestos que no cuestan nada, y, que en cambio ayudan a la convivenciaciudadana e imparten enseñanzas a sus hijos, para que ellos sean los portadores de una generaciónsolidaria y que haga renacer una nueva esperanza de un mundo más digno, equitativo y responsable de los seres que lo pueblan.
SI LAS SEMILLAS SEMBRADAS POR EL HOMBRE EN LA MADRE TIERRA DA SUS FRUTOS… QUÉ SE PODRÍA LOGRAR CON UN SOLO GÉRMEN DE GRATITUD HACIA SUS SEMEJANTES?ANGEL QUINTANA