El presidente del Codicen, Robert Silva, y el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, lamentaron el paro que afectó todos los niveles de la educación este miércoles e informaron que unos 30.000 niños se quedaron sin comer en 200 escuelas que vieron alterada su rutina debido a la medida.
Silva informó que los afectados por el cierre de los comedores fueron «más de 30.000 niños de 200 escuelas».
«Se nos decía que había guardia gremial pero quedó en evidencia ayer qué pasa los días de paro. Son días en que la escuela debió abrir y no abrió. Cuando es una situación de paro, tiene que haber una guardia gremial», sostuvo Silva.
El presidente del Codicen dijo que esta situación «no puede volver a pasar».
El ministro da Silveira dijo que «hay un problema de coherencia y no alcanza con hablar el lenguaje de la sensibilidad social sino que hay que traducir esas palabras en las acciones».
«Yo creo que se puede conversar todo lo conversable siempre y cuando no se pierdan de vista algunos principios que para nosotros son fundamentales. El sistema educativo, las escuelas y los liceos están al servicio de los alumnos y de sus familias. El gasto educativo es un gasto al servicio de los alumnos y de sus familias, ese es el objetivo y es lo que no tenemos que descuidar, porque la educación es esencial para tener oportunidades en la vida», opinó el ministro.
En ese sentido, señaló que «cuanto más débil es el origen sociocultural de una persona, más necesidad tiene de la educación y de aprendizajes para tener horizontes en la vida».
A raíz del paro, el ministro reconoció que existe una «doble preocupación» desde el Poder Ejecutivo, preocupación por la pérdida de días de clases así como también por la pérdida de las oportunidades de alimentación.
«En la medida que podamos conversar esto razonablemente y que cada uno asuma sus responsabilidades y los efectos de las decisiones legítimas que toma, ojalá podamos avanzar para que estos costos sociales que castigan a los más débiles no ocurran», apuntó.
Telenoche
