«Los beneficios de las calabazas y los calabacines».

Mariana Lecuna Giacosa

«Llegando el verano comenzamos a ver las variedades de plantas de zapallos en las huertas…» Escribe Mariana Lecuna Giacosa:

Dueños de unas de las semillas de más prosperidad en las tierras, son de gran importancia y dos de las especies más sabrosas y
beneficiosas para nuestra salud.


Un alimento aliado para quienes estén pensando en una dieta para perder peso, ya que son ricas en fibras. Además de aportar agua al
organismo y los nutrientes necesarios para una dieta balanceada.
Son bajos en calorías, aunque su consumo luego de hacer ejercicios es recomendable para recuperar energías (principalmente en licuados)
ya que contienen carbohidratos.
Al contener betacaroteno, el cual se convierte en vitamina A, proteje la salud ocular. Aporta luteína y zeaxantina, los mismos absorben la luz
uv, previniendo la aparición de cataratas y la perdida de la visión.
Además es un buen aliado para mantener una próstata funcionando saludablemente.
Buena fuente de proteínas y minerales como: hierro, potasio, zinc, magnesio, boro y cobalto.
Sus flores son ricas en calcio y fósforo, siendo de mucha ayuda para personas con osteoporosis y aportan vitaminas C y las del complejo B
(aún en mayor cantidad que la calabaza), además de la A (esta en menor cantidad). Y son fuente de ácido fólico.
Debido a que se puede consumir en su totalidad, la forma de prepararla puede ser muy variada. Pero veamos algunas ideas para
aprovecharlas al máximo!


En países como México, tienen en su dieta los brotes de muchas de las verduras, los calabacines están incluidos en ella. Cuando el brote
está aún verde y tierno, se extrae de la planta y es mezclado con otros brotes como los de las remolachas, preparados en forma de
ensalada. De esta manera aprovechan todos los nutrientes de la planta, desde su cáscara hasta la pulpa y las semillas.
Puede darnos pena quitar verduras tan pequeñas pero, esta práctica, a la vez, puede favorecer el crecimiento de las verduras que le vamos
dejando a la planta ya que tendrán que repartir en menor cantidad el alimento que esta les proporcione.
Los mexicanos han encontrado que por cada 100 gramos de brotes, el aporte es de 20 kcal., el 84% de su peso es agua y que, en esta etapa,
la verdura contiene muy baja concentración de carbohidratos. Su índice glucémico también es muy bajo. Además aporta una cantidad
saludable de proteínas y fibras.
Ya maduros los calabacines y las calabazas, podemos consumir su pulpa en sopas y guisados, así como también en jugos o asadas.
Tanto en guisos y sopas, se recomienda usar la cáscara, ya que esta sala la preparación de una manera saludable y evitamos el uso de la sal
de mesa.


Veamos una exquisita manera de preparar un calabacín, a horno:


Lavar bien con cepillo o esponja que raspe la cáscara para sacar impurezas, preferentemente bajo agua corriente.
Picar a la mitad, acostando el calabacín, de manera que queden dos mitades iguales.
Poner en una asadera con un poco de agua, también humedecer el calabacín por arriba (para que no nos quede muy seco), ponerle un poco
de aceite y condimentar a gusto.
Llevar a horno a 180°, hasta que podamos pinchar fácilmente (con tenedor) la pulpa y las semillas estén tostadas. Si vemos que las semillas
se tuestan antes, las retiramos y seguimos cocinando el resto.
En el caso de las flores, algo que en los últimos años se ha ido incorporando en nuestra mesa, debemos recordar que éstas se consumen
frescas y que no duran más de 24 horas en la heladera. Tanto en ensaladas como rellenas para acompañar un plato, aportando muchos
beneficios y originalidad a la hora de presentarlo.


Creo que hay motivos más que tentadores para sumarlos a nuestro menú!


*Recuerden siempre consultar a un profesional médico, para evaluar la incorporación de alimentos a su dieta

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