Carlos de Inglaterra, el nuevo rey británico tras la muerte hoy de su madre, Isabel II, accede al trono después de más de medio siglo como heredero, una larga espera que ha dedicado a la filantropía, la espiritualidad y a su compromiso con el medioambiente.
El nuevo jefe de Estado del Reino Unido llevará el nombre de Carlos III, tras la muerte de la reina Isabel II, dijo este jueves la primera ministra británica, Liz Truss.
«Hoy la Corona pasa, como lo ha hecho durante más de mil años, a nuestro nuevo monarca, nuestro nuevo jefe de Estado, Su Majestad el rey Carlos III», señaló la primera ministra en una declaración al país ante la residencia oficial de Downing Street.
El Reino Unido está «devastado» y en estado de «conmoción» por la muerte de la reina a los 96 años en Balmoral (Escocia), dijo, y calificó a la soberana de fuente de «estabilidad» y «fortaleza» para el país.
Carlos Felipe Arturo Jorge de Windsor, nacido el 14 de noviembre de 1948 en el Palacio de Buckingham y destinado a reinar desde los tres años, debe decidir antes de su coronación si mantiene el título de Carlos III como monarca, o bien si cambia su nombre, como han hecho cuatro de los últimos seis reyes británicos.
Carlos, de 73 años, podría renunciar a un nombre vinculado a una de las etapas más turbulentas de la monarquía británica y coronarse como Jorge VII en honor a su abuelo, Jorge VI (1895-1952), que ya renunció al nombre de Alberto con el que fue bautizado.
El primogénito de Isabel II y el duque de Edimburgo ha sido el heredero desde que su madre accedió a la corona, en 1952, y ha pasado ya a la historia como el aspirante que más tiempo ha aguardado para convertirse en monarca del Reino Unido y parte de las excolonias de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).
Su vida pública ha estado marcada por los años grises que siguieron a su separación en 1992 de Diana de Gales, madre de sus dos hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, así como por su relación con Camilla Parker Bowles, con quien contrajo matrimonio en 2005 en una ceremonia civil a la que no acudió la reina.
La duquesa de Cornualles, que en principio será princesa consorte tras la coronación de Carlos, ha superado la impopularidad que mantenía entre los británicos durante los primeros años de relación pública con Carlos, en gran medida gracias al apoyo que Guillermo y Enrique han mostrado a la nueva vida de su padre.
EFE