Fue primer ministro de Italia durante 9 años en total y tenía una enfermedad muy avanzada.
Silvio Berlusconi, tres veces primer ministro de Italia y magnate de los medios salpicado por una lluvia de escándalos, falleció a los 86 años a causa de una leucemia, indicó este lunes a la AFP su portavoz.
El empresario audaz e innovador que inventó un peculiar e imitado formato de televisión comercial en la década de 1980, tuvo que pasar sus últimos años de vida saliendo y entrando del hospital San Raffaele de Milán, su ciudad natal, por su frágil salud.
El político y empresario, que esquivó en el pasado todo tipo de turbulencias, ganó tres elecciones y lideró uno de los gobiernos más largos de la posguerra, padecía una leucemia crónica, según revelaron sus médicos el 6 abril tras haber sido hospitalizado por problemas respiratorios.
Su aura se mantuvo intacta durante décadas gracias a su personalidad expansiva y su vida disipada, que lo llevó muchas veces al banquillo de los acusados por corrupción, compra de testigos y fraude fiscal.
Conocido por sus orgías ‘bunga bunga’ y sus chistes vulgares, incluso en reuniones internacionales, como cuando comentó el físico de la entonces canciller alemana Angela Merkel, Berlusconi fue todo un personaje en el extranjero además de un emblema de una Italia en rápido crecimiento.
El político y empresario fue primer ministro durante nueve años en total, entre 1994 y 2011 y consolidó su inmensa riqueza en la década de los 80 y 90.
Con el paso de los años, el ‘Caimán’, uno de sus numerosos apodos, se sometió a numerosas cirugías en el rostro para rejuvenecerse, usaba maquillaje para cubrir las arrugas y solía estar acompañado por una novia notablemente joven.
Paralelamente a su historia personal, el partido que fundó, Forza Italia, fue registrando un lento descenso, pasando del 29,43% de los votos en las elecciones legislativas del 2001 a un 8% en 2022.
El magnate estuvo años enredado judicialmente en las demandas presentadas por sus controvertidos festines eróticos durante su mandato de primer ministro, en los que participaba una menor de edad de origen marroquí, «Ruby robacorazones», a la cual solía presentar como la sobrina del presidente egipcio Hosni Mubarak.
Por ese escándalo, conocido también como «Rubygate», que suscitó gran interés fuera y dentro de Italia, fue sometido a tres juicios.
Si bien fue absuelto por el delito de prostitución de menor, fue procesado por sobornar a los testigos de ese caso, la mayoría modelos y prostitutas, juicios que perjudicaron su imagen.