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Artistas Independientes Unidos de Colonia se van a reunir el sábado 14 hs, en barrio histórico.

La convocatoria se hizo ésta semana con pedidos de respeto a protocolos de distanciamiento y tapabocas, donde la consiga es «El Arte en el CTI» y «El arte es vital». Habrán intervenciones artísticas en Barrio Sur de la capital departamental:

Artistas Independientes se reúnen en la tarde de este sábado en Colonia Del Sacramento para solicitar que se habiliten los shows para que puedan trabajar. El rubro cultura fue uno de los más afectados desde que comenzó la emergencia sanitaria, aunque también hay que destacar que en los espectáculos en salas y bares no se registró ningún foco en todo el país.

Si bien el gobierno comenzó este jueves el pago de subsidios mensuales, eso no alcanza, ya que como todos saben «la gente quiere trabajar» como expresa este grupo y como lo hizo el Presidente de la República el 18 de mayo en Las Piedras.

Mañana tocarán dúos con los protocolos departamentales y se va a leer una proclama. También se van a ubicar el carteles con pedidos de atención para ayudar a las personas que viven del arte. Este movimiento está «muy de la mano con la que se hizo a Montevideo, la idea es que este sábado concurran todos los que se sienten identificados y que quieran apoyar, así poder de esta manera hacerlo visibe» expresó Sabrina, una de las organizadoras de esta actividad en nuestro departamento.

Carta abierta. de COOPAUDEM que se va a leer también en Colonia Del Sacramento:

«Presidente de la República Dr. Luis Lacalle Pou Ministro de Trabajo y Seguridad Social Dr. Pablo Mieres Ministro de Educación y Cultura Sr. Pablo Da Silveira. Intendenta de Montevideo Ing. Carolina Cosse.

La Asociación Uruguaya de Músicos y su cooperativa COOPAUDEM quieren expresar su preocupación e inquietud por la situación que viene padeciendo el sector cultural, sin respuestas concretas y ciertas sobre el futuro inmediato de esta actividad y sobre las propuestas que venimos realizando desde el año pasado. Para muchos artistas la situación es ya insostenible y se deben encontrar soluciones acorde a las urgentes necesidades que hoy padecen. Una vez más se ven esfumadas las esperanzas de que el 23 de mayo fuera el fin de la inhabilitación de los espectáculos públicos y se sigue en la misma situación, la cual es entendible ante la gravedad de la pandemia que se encuentra en su peor momento, pero también entendemos que la “cenicienta” sigue siendo nuestro sector y que por tal motivo debe ser resarcida de manera particular, amén de buscar otras alternativas de actividad que serían posibles. Hoy nos encontramos con un número de personas que necesitan apoyo económico, que están sin ingresos o con ingresos mínimos de prácticamente “changas” que les impiden poder cumplir con los pagos de los servicios públicos que sí se les siguen cobrando y que a un año sin trabajo, con algunas escasas y puntuales actuaciones y con restricciones de público, han llevado a una grave crisis social y económica del sector, que no podrá recuperarse sin apoyos económicos del Estado, comprometiendo dicha situación el sustento básico de muchas familias. ¿Qué se puede hacer? , se preguntan muchos, varias cosas que venimos proponiendo sin ningún eco. Llevamos más de 14 meses de paralización de las actividades, pero no se trata de actividades que les está yendo mal, que los ingresos se les han caído, sino directamente que no están habilitadas a desarrollar su trabajo y por ende, sin ingresos, por lo cual merecen una atención particular paliativa de los ingresos cesantes, al menos en un porcentaje razonable del 50 %, del período transcurrido y a un valor digno que permita medianamente el sustento, como la solicitada renta básica de un salario mínimo nacional. Vemos con beneplácito la creación de los “jornales solidarios”, y nos preguntamos ¿por qué para la actividad artística no? , también se trata de trabajadores y trabajadoras sin trabajo y también vemos muy bien las medidas anunciadas por la Intendencia de Montevideo con respecto a futuras exoneraciones a los espectáculos públicos, pero todo eso es para el día después y lo grave y urgente es hoy, en el mientras tanto. La música y gran parte de las artes escénicas perfectamente pueden actuar y ser difundidas por los medios de comunicación. Los medios privados podrán sumarse o no, pero hoy contamos con dos espacios públicos en la TV, televisión nacional TNU y TV Ciudad de la Intendencia de Montevideo. Incluso, los programas culturales en marcha tanto de la Intendencia como del MEC, pueden convertirse en propuestas televisivas. Los programas de música tanto radiales como televisivos, de los medios privados, podrían difundir música nacional mientras dura la pandemia, ya que el costo por los derechos generados es el mismo sea música nacional o extranjera. Dichos ingresos sabemos que no son muy importantes, pero todo suma en situaciones de extrema gravedad, ¿por qué no contribuir a la causa de la emergencia nacional de su país? También que el proyecto de ley de seguro de paro para los artistas que duerme desde noviembre del pasado año, se desempolve y se subsane una gran injusticia con los trabajadores y trabajadoras artistas y de los oficios conexos, que vienen haciendo el esfuerzo de trabajar dentro de la ley haciendo los aportes correspondientes y que a la hora de necesitar ese derecho no lo tengan, porque la ley 18399 del Seguro de paro, se olvidó de incorporar las condiciones de los artistas consagradas en la ley del artista y oficios conexos N° 18384. Eso también se puede hacer, basta con la voluntad política del Ejecutivo en mandarla al Parlamento y la voluntad de los legisladores para levantar la mano. Y algunas cosas más se pueden hacer, porque ideas, alternativas y propuestas de los gremios no faltan, lo que parece faltar es voluntad política y solidaridad. Si la responsabilidad es de todos, como diariamente escuchamos por los medios de comunicación, pues entonces sumémonos todos».

COMISIÓN DIRECTIVA AUDEM CONSEJO DIRECTIVO COOPAUDEM

Foto de marcha en Montevideo, el día lunes 24 de mayo por Av. 18 de Julio.
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¿Cúanto piden por las casas más conocidas del Barrio Histórico?

La alta cotización de sus dueños, preocupa en autoridades que pretenden que el lugar esté habitado de manera permanente.

El casco antiguo de Colonia tiene varios padrones a la venta. El valor del metro cuadrado oscila entre los US$ 2.500 y US$ 3.500, siendo uno de los más caros del país.

El artista plástico Fernando Fraga puso su casa a la venta en marzo. Es una de las más icónicas, ubicada en la calle de Los Suspiros. Pide US$ 1.200.000

Colonia del Sacramento siempre ha sido la manzana de la discordia. Primero se la disputaron portugueses y españoles; luego españoles e ingleses; después orientales y portugueses. El tiempo pasó, la historia cambió de página, pero el conflicto siguió rondándola.

Tras el ingreso de su barrio histórico en 1995 en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, la protección de los 282 padrones también causó controversia. Sin un plan de gestión —que inicialmente no se había exigido y se terminó entregando en 2012— se desató una puja entre intereses históricos y comerciales en una ciudad que cada día se cotiza mejor.

Durante ese tiempo, el gobierno departamental (bajo la gestión de Walter Zimmer) y la Comisión del Patrimonio mantuvieron una mala relación que terminó, entre otras cosas, con la desintegración (en 2011) del Consejo Ejecutivo Honorario de las Obras de Preservación y Reconstrucción de la Antigua Colonia del Sacramento. La Unesco exige que los sitios que integran su lista tengan esta autoridad local, conformada por gestores expertos en arquitectura y arqueología, su punto focal —interlocutor con la organización— y representantes de los negocios, actividades culturales y vecinos.

Al desarme del consejo se agregó un incremento del protagonismo comercial en el barrio histórico, y la progresiva disminución de su población residente, además de la denuncia de un descuido higiénico y estético en sus calles y monumentos. Todos estos aspectos iban en detrimento de los lineamientos que la Unesco concibe para los sitios patrimoniales, por eso durante algunos años se temió que entrara a la lista roja y en el peor de los casos perdiera la declaratoria.

Pero no sucedió. Tras las elecciones de 2014 cambió el intendente (asumió Carlos Moreira) y en las últimas evaluaciones la Unesco constató mejorías. El año pasado, tras la visita de sus técnicos, el estado de conversación fue calificado como “aceptable”. Sin embargo, realizaron 11 recomendaciones. Los entendidos advierten que, si bien el panorama es otro, estas deben tomarse como “tirones de oreja”.

Entre otras sugerencias, se mandató a cumplir con el plan de gestión designando a una autoridad y comité de sitio y rearmando el consejo disuelto. También se recomendó generar políticas para volver a poblar la ciudad y mitigar “en la medida de lo posible” el impacto del turismo en el uso del casco. Otros de los puntos indica que se debe dialogar y negociar con los propietarios de inmuebles con un mal estado de conservación.

Con estos deberes pendientes y, conscientes de que si bien Colonia fue el cuarto lugar elegido por los extranjeros en 2019 —285.988 visitantes, ingresos por U$S 66.971.465—, la salud de su turismo viene tambaleando tras el deterioro de la economía argentina y no se podría permitir la noticia de otra advertencia de la Unesco, las nuevas autoridades del gobierno nacional emprendieron acciones para cumplir con los encargos.

Recientemente se eligió un nuevo Consejo Ejecutivo Honorario. Uno de sus integrantes, Marcelo Díaz, interlocutor entre la ciudad histórica y la Unesco, anuncia que ya se lograron encaminar cinco o seis de las recomendaciones sugeridas. “Hay un impulso nuevo. Mucha gente se está involucrando y tiene ganas de hacer cosas para resolver los problemas del barrio histórico”, dice.

Se refiere especialmente a los 12 vecinos que se candidatearon para integrar el consejo y a los 94 que votaron. Para convocarlos se golpeó puerta por puerta: un primer paso para romper el resentimiento que solía darse entre los vecinos y las autoridades del patrimonio. “Las resoluciones de las solicitudes de intervenciones demoraban mucho, entonces los veían como un problema, pero queremos demostrar que el cuidado del patrimonio de la ciudad no es el enemigo, por eso queremos que las investigaciones arqueológicas sean ‘de puertas abiertas’ y no cerradas como sucedía antes”, plantea.

Fotos de guía