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Sendic regresó a la política para quedarse y criticó al gobierno.

El ex vicepresidente y ex director de Ancap, advirtió que su vuelta «es definitiva» y apoyo la candidatura de Civila a la presidencia del Frente Amplio:

Raúl Sendic participó de un acto de su lista 711 y aseguró que “el enemigo es poderoso, inteligente y que maneja grandes medios”.

Además afirmó que “Es la gente la que tiene que gobernar”

El secretario general del Partido Socialista (PS), Gonzalo Civila, encabezó un acto este lunes junto al ex vicepresidente de la República Raúl Sendic, en donde la lista 711 oficializó su apoyo al candidato a presidente del Frente Amplio. En ese marco, el exjerarca de gobierno aseguró que “viene a ofrecer su corazón” y que la coalición de izquierdas “va a ser capaz de ganar las próximas elecciones”.

En este sentido, Sendic reconoció al diario El Observador que este acto es su “retorno definitivo a la política” tras ser condenado por la justicia por peculado y abuso de funciones en su presidencia al frente de Ancap.

El ex vicepresidente, luego, apuntó contra el gobierno de Luis Lacalle Pou. Afirmó que “el enemigo es poderoso, inteligente y que maneja grandes medios” e hizo referencia a la invitación al taller informativo de la LUC que hizo Presidencia para periodistas.

“Nosotros tenemos que ser capaces de impulsa una nueva agenda, sabiendo que las nuevas formas de comunicación hay que utilizarlas. Es la gente la que tiene que gobernar. El próximo debe ser un gobierno de enorme participación popular”, sostuvo Sendic.

En tanto, Civila hizo énfasis en la crítica contra el gobierno, apuntó contra las medidas “antipopulares” del gobierno de coalición y afirmó que los uruguayos “no son tontos”. “Yo creo que frente a esta realidad necesitamos un Frente Amplio que tenga una voz clara y nítida para denunciar esta injusticia, esta desigualdad, estas políticas antipopulares y allí está el eje de lo que tenemos que hacer el próximo tiempo: denunciar este modelo y construir una alternativa”, señaló. 

Para construir esta “alternativa”, el secretario general del PS sostuvo que hay que estar “muy cerca de la gente”, “generar organizaciones y consciencia”, y asumir que “no podemos hacer política para la gente, sino con la gente”.

“Eso es construir poder popular, poder del pueblo, para poder avanzar en los cambios que necesitamos. Eso nos desafía a transformar al Frente Amplio para poder transformar el Uruguay y hoy nos exige decir que todo esto que está pasando en el país nos mueve a organizarnos, a fortalecernos, a pararnos sobre nuestros propios pies y a encarar algunas batallas que tenemos por delante con mucha fuerza”, expresó.

Finalmente, dijo que tienen una “gran batalla” por delante, en referencia al referéndum por la LUC. “El otro día un ministro del gobierno decía que si vamos contra esos 135 artículos estaremos toando el corazón del gobierno. Yo decía que ojalá podamos tocar el corazón del gobierno para que deje de practicar estas políticas que están generando sufrimiento y dolor en tantos”, concluyó.

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“Dejamos que la derecha e incluso alguno de nuestros compañeros instalaran un relato falso sobre la gestión de Ancap”

La autocrítica del sector lista 711 que lideraba el ex Vice Presidente de la República Raúl Sendic. «FA “se entretuvo mirándose el ombligo…y entre debates internos…»

El sector Compromiso Frenteamplista (lista 711) elaboró un documento de autocrítica, al igual que han hecho otros grupos del Frente Amplio (FA), informaron medios nacionales.

El texto, al que accedió Montevideo Portal, señala que la fuerza política no ha «sabido detectar, por ejemplo, las nuevas herramientas en uso por parte de la derecha para posicionarse y recuperar el poder. Una de ellas, ha sido el uso de la justicia para atacar al poder político de las izquierdas latinoamericanas y aun cuando fueron detectadas, se actuó en forma reactiva y extemporánea».

Además, hablan de «una enorme ofensiva a partir de los medios de comunicación masivos que se han transformado en actores principales de la política, han consolidado su papel como fuente y brazo ejecutor del poder».

«Y a partir de ellos se les ha impuesto a los pueblos una forma global de información y deformación cultural. Han logrado permear grandes masas de nuestros pueblos a través de la permanente banalización del mensaje político y la imposición de un pensamiento único hegemónico», añade el documento.

Por otro lado, comentan que el FA no ha sido capaz «de interpretar en tiempo y forma que la cultura era un enorme campo de batalla, que debíamos instalar una gran ofensiva de resistencia a la manipulación ejercida desde los medios masivos y las nuevas tecnologías».

«No hemos sido capaces de profundizar en el fortalecimiento y divulgación de nuestra riqueza cultural, entendiendo esto como una gran herramienta que nos permita retomar la perdida batalla cultural, y sobre todo no hemos sido capaces de generar un intercambio mínimo con la intelectualidad que ha sido excluida por los poderes mediáticos hegemónicos y crear contenidos culturales sólidos en un mundo que ha sido conquistado por la teoría del consumismo y lo banal», señala el texto de la lista 711.

El documento señala que con sus políticas el FA desarrolló «mejores condiciones de bienestar social, la sociedad mejoró la cobertura de sus necesidades, esto llevó a que las aspiraciones sociales fueran mayores, otras, nuevas necesidades y en muchos casos no supimos estar a la altura de esas nuevas necesidades que se transformaron en reclamos».

Por otro lado, se destaca que con su llegada al poder en 2005 el FA «propuso una batería de transformaciones y reformas que estremecieron el proceso de acumulación y concentración de la riqueza que se venía dando por décadas en Uruguay».

Se hace referencia a «la reforma de sistema tributario (que pague más el que tiene mas), reforma de la educación (Plan Ceibal , mejores salarios y mejor infraestructura educativa), descentralización universitaria, reforma de la seguridad social (asignaciones familiares, pensiones y jubilaciones), reforma del sistema financiero, descentralización política, reforma del sistema de salud (sistema integrado de Salud), reforma de las relaciones laborales (Consejos tripartitos de Salarios y mejora del salario y de las condiciones y seguridad del trabajo), creación del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), nueva ley de inversiones para facilitar la inversión privada y extranjera, plan de inversiones del Estado y del fortalecimiento de las Empresas Publicas, entre otras grandes reformas estructurales».

Además, destacan las mejoras en indicadores que miden desigualdad, pobreza, mortalidad infantil, desocupación, equidad, entre otros.

Sin embargo, creen que «en los últimos años la fuerza igualadora de las políticas que veníamos desarrollando daba claras señales de agotamiento».

«Pese a impulsos aislados, la economía no pudo abandonar su dependencia de las materias primas, no hubo un impulso consistente al agregado de valor y complejización de nuestra canasta exportadora, nuestra economía siguió pendiente del valor de las materias primas», dice el texto.

El extenso documento recuerda que el sector propuso «en diferentes ámbitos implementación de las políticas anti cíclicas y defensivas que minimizaran los impactos negativos que sufrían algunos sectores de la producción nacional y así seguir avanzando en la diversificación de la matriz productiva, buscando agregar valor a nuestra economía» en los últimos años.

«Pero además, para poder tener recursos para estas políticas deberíamos haber centrado el eje en el gran capital, en quienes han acumulado una enorme riqueza en estos años de crecimiento, grandes empresas extranjeras y nacionales del sector agropecuario, las grandes superficies en todas sus formas», señalan.

Las bases, Ancap y la campaña electoral

Estos elementos, entre otros que se mencionan en el documento, han «llevado a perder pie en lo que debe ser la base social de los cambios en el Uruguay», dice la lista 711.

«Trabajadores, profesionales, pequeños comerciantes, estudiantes, productores, industriales, pobres y capas medias de la sociedad. Esa es la base social que puede y debe impulsar el proceso transformador de la sociedad y es bueno tenerlo siempre presente para no confundirnos», advierten.

«No supimos construir un relato que permitiera mantener la alianza entre nuestro gobierno y nuestra fuerza política con esos sectores de la sociedad. No lo hicimos desde el gobierno y tampoco desde la fuerza política que se entretuvo durante un tiempo considerable mirándose el ombligo de las diferencias y debates internos», añaden.

Además, creen que el FA no pudo «construir un relato sobre el proceso que estábamos procurando desarrollar, no pudimos unificar ese relato».

«Tampoco tuvimos la capacidad, como fuerza política, de llevar a cabo un debate profundo y democrático sobre definiciones que quedaron solamente en el ámbito del gobierno, como por ejemplo: si había que fortalecer el Estado o si había que fortalecer la libre competencia del mercado, si había que invertir y desarrollar las empresas públicas o si eran ‘gastos desordenados», explica el texto.

En ese sentido, se pone como ejemplo «lo que ocurrió en Ancap». «Dejamos que la derecha e incluso alguno de nuestros compañeros instalaran un relato falso sobre la gestión de Ancap», dice la lista 711.

«Los señores de las gabardinas llevaron más de 9 denuncias a la Justicia y exponían toda serie de acusaciones sobre (Raúl) Sendic y la gestión de Ancap y ALUR. ¿Fuimos capaces de defenderla? No. Primó la mezquindad interna sin medir consecuencias futuras. No fuimos capaces siquiera de valorar que esas denuncias fueron cayendo una a una por inconsistentes. Nunca una empresa pública ha tenido una inversión tan grande en un periodo de gobierno como ocurrió en Ancap, 1200 millones de dólares que permitieron el fortalecimiento de toda la infraestructura de la empresa», cuestiona la agrupación.

Además, creen que «los debates sobre la ética y los tiempos del tribunal de conducta política pueden ser muy interesantes para nosotros, pero lo son mas todavía para la prensa que se encanta de tenernos entretenidos en estos temas, mientras la derecha impone su visión hegemónica de la economía, el Estado, el mercado, la cultura, la educación, la política y la sociedad».

«A pesar de los errores que puedan haber cometido, la ética no puede ser usada como si fuera una lanza para apuntar a nuestros propios compañeros, más aún cuando los alcances reales de esos errores son discutibles pero a veces han sido utilizados y convertidos en ‘casos’ por nosotros mismos y hasta han sido utilizados para resolver competencias internas», señala el sector Compromiso Frenteamplista.

«No debemos dejarnos arrastrar por los egos y mezquindades que, como en todos los ámbitos, pueden surgir en el sistema político y asumamos con toda la fuerza de nuestra voluntad y corazón que nuestra tarea es la unidad, la solidaridad entre nosotros y con nuestro pueblo, la lucha por la justicia, dignidad y la libertad», agregan.

Además, creen que «no existe un liderazgo consistente en la conducción del FA, la dirigencia no apostó al fortalecimiento de la estructura y de los comités de base como célula fundamental de participación y crecimiento de la militancia».

«La campaña electoral fue errática e inconsistente, se dejó a la intemperie el trabajo en el interior, pueblo a pueblo como se hizo siempre. La exposición pública de los candidatos no fue buena y llegaron a negar el programa de gobierno del FA que llevó meses de discusión. Coincidimos en afirmar que una elección no se gana en la campaña, pero no podemos dejar de anotar estos elementos para que sirvan de experiencia y aprendizaje. Todo espacio que cedemos lo ocupará nuestro adversario con toda su fuerza», explica el sector.