Argentina extendió hasta el 16 de agosto la cuarentena por el coronavirus que vencía el próximo domingo y que es particularmente estricta en Buenos Aires y sus suburbios, informó el viernes el presidente Alberto Fernández.
Los casos de COVID-19 han ido en aumento en las últimas semanas, con un registro récord el jueves de 6.377 nuevos enfermos. Hasta el viernes, Argentina tenía un total de 185.373 casos, con 3.466 muertos.
«La circulación se ha convertido en el mayor enemigo para poder superar esta situación de pandemia», señaló Fernández en un discurso en la residencia presidencial, en los suburbios de Buenos Aires.
El Gobierno dispuso un estricto aislamiento social a mediados de marzo para contener la expansión del coronavirus en el país, pero con el correr de los meses fue relajando la cuarentena en algunas áreas.
El 17 de julio, Fernández anunció un plan para volver gradualmente a la normalidad en etapas. Se permitió la recreación al aire libre y algunas tiendas, peluquerías y algunos servicios profesionales se reabrieron a principios de julio en la capital, Buenos Aires.
La mayoría de los edificios de oficinas, centros comerciales y restaurantes permanecen cerrados y el transporte público está restringido a aquellos que realizan tareas consideradas esenciales.