Frente al creciente número de nuevos contagios de coronavirus en Alemania, que ya superan los 1.500 casos diarios, la canciller Angela Merkel decidió establecer junto a los gobernadores estatales endurecer las medidas de control.
Los líderes políticos acordaron extender la prohibición de realización de eventos con público en las que no se pueda garantizar la distancia social y el rastreo de casos. La medida abarca actividades deportivas y culturales, así como también festivales o reuniones privadas.
Si bien en el primer plan de desconfinamiento todas estas actividades estarían habilitadas a partir de octubre, ahora quedan pospuestas hasta 2021.
«En general, es justo decir que hemos superado bien esta pandemia, hasta ahora. Sin embargo, podemos ver que el número de infecciones ha aumentado en las últimas semanas», explicó Merkel.
Otra de las medidas acordadas durante el encuentro se relaciona con el tapabocas. A partir de ahora será obligatorio en cualquier espacio público (concurrido) de Alemania. Quienes no respeten la medida serán penalizados con un multa mínina de 50 euros.
La canciller alemana también instó a los ciudadanos a que dejen de viajar a países y regiones considerados de alto riesgo por la pandemia de coronavirus y sostuvo que ya no habrán más testeos gratis para aquellos que regresen de los lugares considerados en alerta.
Alemania cuenta con 237.936 casos y 9.285 muertes desde el inicio de la pandemia.