«Estupidez» columna de Ángel Quintana.

La Razón

«La estupidez no se mide por el grado de incidencia en el espíritu y compartamiento humano…se percibe por el grado natural de indefinición de nuestra conciencia»:

Porque se perdió un clavo se perdió una herradura.

Porque se perdió una herradura, se perdió un casco.

Porque se perdió un casco, se perdió un caballo.

Porque se perdió un caballo, se perdió un jinete.

Porque se perdió un jinete, se perdió un mensaje.

Porque se perdió un mensaje, se perdió un reino. Y todo, porque se perdió un clavo.

ABRAHAM LINCOLN (1809-1865)

Sí… la estupidez humana resumida en este pensamiento, que, en el devenir de la vida nos acompaña de forma porfiada, encuadrando nuestro perfil. ¿Porqué Stalin sacrificó 20 millones de ucranianos en pos de una victoria ante Hitler? ¿Porqué el holocausto a los judíos? ¿Porqué nuestra existencia, y con qué fin¿ Creo, con el propósito estúpido de rediseñar o imponer una raza superior… una raza aria impoluta. ¿Porqué tantas vidas sacrificadas en las guerras infinitas, como la secesión americana, en la supremacía del norte sobre el sur?, el apartheid sudafricano… las Irlandas desangrándose por la religión¿!!!

LA ABOLICIÓN DE LA ESCLAVITUD… una estupidez tan cargada de desidia que hoy día está mas presente y con mayor crueldad. Todo ese bagaje tan solo por probar nuestro ego de una raza superior a los primates, pero tan parecidos solo que ellos son irracionales!!! En nuestra convivencia modernista, la enseñanza de nuestros padres nos ha ocasionado un grave estigma que ha alimentado al fracaso, y borrar generaciones de individuos… la adolescencia sigue adoleciendo de un camino adecuado que en la encrucijada de la vida no hay cartel indicador.

Nuestra incesante generación de nocivos comportamientos hace que nuestra existencia no posea una consistencia firme, ya que todos estamos proclives y rehenes de una trama apretada que nos obliga a acoplarnos a nuestros similares… a disgusto por el de ciertos grupos del entramado que nos hace vulnerables e indiferentes. Nuestro entorno está sujeto a imperfecciones evidentes, como el puente peatonal barrido por un transporte de carga, que sin control fue pasto de negligencia ministerial al suspender el sistema electrónico que detectaba la altura de las cargas. LA ESTUPIDEZ NO SE MIDE POR EL GRADO DE INCIDENCIA EN EL ESPIRITU Y COMPORTAMIENTO HUMANO… SE PERCIBE POR EL GRADO NATURAL DE UNA INDEFINICIÓN DE NUESTRA CONCIENCIA.

ANGEL QUINTANA

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