«Un buen propósito se compone, primero de intención social y finalmente de coherencia en su ensamblaje…» Ver toda la columna:
En nuestro portal volvemos a compartir otro espacio de opinión a cargo de Ángel Quintana llamado «El gran proyecto: ¿Utopía o realidad?» :
Será el climax perfecto para que el emprendimiento quijotesco se cristalice?
Me refiero al gran e ilusorio proyecto de represamiento del Arroyo Colla en su emplazamiento proyectado en la «Laguna de los Cuervos»; este bosquejo ya lo había manifestado y soslayado como de gran impacto en artículo años atrás, recogiendo detalles de sus impulsores en la ocasión, como lo fueron fuerzas vivas de la ciudad.
Reitero este proyecto acicateado por el perfilamiento de un «censo» de locaciones aptas para el aprovisionamiento y embalses de aguas públicas para uso del riego de áreas agricolas de la cuenca del Río Rosario, Arroyos Cufré y Colla, respectivamente, y demás reservas que puedan representar potenciales recursos para tales fines y de uso popular como agua potable, todo esto -acoto- sin ingresar en el polémico alcance del plan de riego que actualmente está en debate público para su aprobación o no.
Nuestro sueño largamente añorado es -en su esencia- un componente de estricto tenor medioambiental, y con un fuerte valor de sustentabilidad y desarrollo de nuestro entorno.
El indice ambiental que ello supone, subsanaría el déficit de agua potable y su calidad, teniendo en cuenta -reitero- de la proximidad del establecimiento de saneamiento en la vecina ciudad helvética, y que acarrearía la eliminación de la boca de abastecimiento actual en «Laguna del Bote» área que sufrirá las consecuencias de contaminación en forma incuestionable con el advenimiento de esa obra ciudadana.
Un inmenso corolario de beneficios se podrían obtener de ese gran proyecto, como lo es -incuestionablemente- el de generar energía eléctrica, el establecimiento de una granja ictícola, con las lógicas consecuencias laborales para la población, además de un espacio verde de recuperación de flora indigena, espacio público de gran potencial, donde el entorno juega su rol insigne.
Otro valor agregado de este emprendimiento sería la de regular las crecidas del arroyo, que, con el cambio del clima se ha recrudecido con las tristes experiencias de vecinos de las zonas bajas que se han enfrentado a contingencias climáticas desconocidas y que han significado tristes instancias en sus vidas. Además, este fenómeno, lejos de amainar se intensificará en los próximos años a parámetros nada alentadores.
Sin desoir el clamor de una parte de la población en la inconveniencia de la manida ley de riego, el alentar una «idea» que le brinde a la ciudad un indice de seguridad tanto de salud y como de ocupación laboral tan menguada actualmente, y de recreación popular y turistica de inusitada proyección sería un punto de inflexión necesaria que aportaría otras opciones válidas a tener en cuenta.
El propósito le gana al sueño, aunque éste perdure, por eso la esperanza se hace perpétua y nos crea un aura de invencible ensueño que nos desvela en forma de creatividad.
ANGEL QUINTANA
