La carne bovina registró 45,7 kilogramos por persona en el año, disminuyendo 2,2 kilogramos por habitante, respecto 2019.
En relación a las otras carnes, se visualiza un incremento de 2,3 kg en el consumo de aves y una caída de 1,4 kg en el consumo de carne porcina, respecto al año anterior.
La carne ovina permanece en último lugar del ranking de consumo, con 2,5 kilogramos por persona, por año.
El consumo total de proteínas proviene mayoritariamente de la faena nacional, con excepción de la carne porcina, que tiene como principal origen la importación. 72,5 % es de origen nacional y 27,5 % importada.
En materia de precios, en los primeros meses del año 2020 se mantiene el comportamiento alcista observado en el segundo semestre de 2019, donde los índices de precios de la carne evolucionaron por encima de la inflación (exceptuando la carne porcina cuyo índice de precios evoluciona por debajo del IPC en todo el período).
A partir del segundo semestre se produce un cambio en la tendencia, los precios de la carne bovina comienzan a descender y se observa estabilidad en las otras especies.
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