Su voz inconfundible, la venda en su mano, su motivación y el estimulo hacia los niños para que hicieran deporte. Lo hacían distinto. Compartimos un poco más sobre vida:
Ex técnico del baby fútbol de Rosario Atlético, durante muchos años. Formador de nuevos jugadores en El Cerro, apasionado por las carreras de galgos – Fue organizador, tuvo su espacio y amaba las carreras. Estuvo vinculado también en sus últimos años de vida al Club de los Abuelos de Rosario.
«Tras varios meses de pelear contra una jodida enfermedad nos dejó el tío Hugo Darío», afirmó Gonzalo Lima su sobrino. Él lo recuerda con cariño y como «El técnico más gritón pero más apasionado por el baby fútbol y los gurises que conocí».
Él fue campeón en varias oportunidades en Baby Fútbol en Rosario Atlético, se destacó como campeón departamental dirigiendo a la Selección de Rosario, categoría 87, en los pocos años que estuvo al frente de la celeste pichonera.
Cuando decide retirarse del decano, da el paso hacia el Club El Cerro para formar allí jugadores. Su sobrino cuenta que cuando esto sucedió hubo una especie de «Éxodo» de niños de varios barrios de la ciudad que iban a la cancha de Pascual de Chena a entrenar, ahí le brindó la oportunidad a gurises que «nunca había tocado una pelota».
En esta institución y en esa época logró captar a nuevos chiquilines que no practicaban fútbol, iba a la práctica con un montón de gurises. (De El Pastoreo, Barrio Cementerio y Ose, entre otros).
Gonzalo nos cuenta que si bien era un apasionado por el fútbol, gritón, no tenía maldad ninguna. También comparte con nosotros una anécdota muy interesante sobre su tío «un campeonato nos pidió que cada gol que hiciéramos teníamos que ir abrazar a los compañeros del banco de suplentes y festejar juntos, porque el gol era de todos».
La curiosidad con la que lo miraban los niños , no era solamente por su manera de gritar o de dar indicaciones. Sino también por saber que había debajo de su venda o por qué se vendaba la mano. Gonzalo nos cuenta:
«Él perdió cuatro dedos en Fanaesa en la década del 80´. Siempre recordaba esa fecha, los perdió trabajando y cobraba un subsidio por ese hecho. No le gustaba que se le viera, solo tenía una pelota de carne y la piel». Según su sobrino no generaba impresión verlo sin la venda y que esas «manoplas» se las hacía su madre. Agregó que hasta su mujer le pidió que se las quitara, pero él no quería que nadie viera su cicatriz que generó su lado obrero.
Club de los Abuelos de Rosario, institución que compartió un mensaje tras su desaparición física causada por un cáncer que venía enfrentando hace años:
«Comunicamos con hondo pesar el fallecimiento de Hugo Lima. Activo socio y ex Directivo de nuestro Club.
Hacemos llegar a familiares y amigos nuestras condolencias».
También lo hizo la organización local de galgueros. Nuestro periódico lamenta su pérdida y saluda a su familia, amigos. En especial a Gonzalo Lima, a quien también le agradecemos su tiempo y confianza para aportar más información acerca de Hugo.