«La ciudadanía nos ha enviado un claro y fuerte mensaje al Gobierno y a todas las fuerzas políticas tradicionales. No estamos sincronizando adecuadamente con las demandas y anhelos de la ciudadanía y estamos siendo interpelados por nuevos liderazgos», afirmó el mandatario en un mensaje a la nación tras conocerse los resultados parciales oficiales.
Piñera habló acompañado por su gabinete y prometió «hacer todo lo que sea necesario para responder mejor a las demandas y anhelos de los chilenos».
Pese a su mensaje conciliador y de autocrítica, el mandatario lanzó una advertencia de cara a la fragmentación que marcará la Convención Constituyente y a la minoría sin poder de veto que tendrán sus aliados, según el avanzado escrutinio.
«Debatir y crear una constitución no debe ser el centro de confrontaciones y conflictos, sino el gran marco de unidad y estabilidad para el futuro del país», sostuvo Piñera.
Con alrededor del 80% escrutado, de los 155 convencionales constituyentes, 48 serían independientes, mientras que la oposición de izquierda y centroizquierda lograría 52, el oficialismo 38 y los pueblos originarios se dividen los 17 escaños que estaban reservados para ellos.
Esto representa una dura derrota para los candidatos identificados con el Gobierno de Piñera, pero también para todos los partidos políticos ya que los independientes son los grandes ganadores del día.
La oposición, sin embargo, obtiene más de un tercio: 52 constituyentes. Pero estará dividida entre los 27 de la izquierda y los 25 de la centro-izquierda, nucleada en la antigua Concertación.