Donald Trump y Joe Biden se enfrentaron este jueves en el segundo y último debate entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, en un final de campaña afectado por la pandemia del COVID-19.
Ambos candidatos llegaron a este último debate en la Universidad de Belmont, Nashville, moderado por la periodista del canal NBC Kristen Welker, con una clara ventaja a favor de la oposición en la mayoría de los sondeos presidenciales y con un número récord de votación anticipada.
Con la pandemia alcanzando un tercer pico de contagios en Estados Unidos, las medidas de precaución volvieron a marcar la dinámica del debate, aún cuando Trump, de 74 años, dio negativo a un nuevo test de coronavirus.
A diferencia del debate anterior, esta vez ambos cumplieron los tiempos y, pese a algunos momentos de tensión, Trump mantuvo un trato cordial con la moderadora y aceptó la mayoría de las veces que lo cortó.
El primer tema de la noche, otra vez, fue la pandemia, que ya provocó más de 8,4 millones de casos y casi 223.000 muertos en EE.UU.
Trump se mostró confiado en que el país está dando la vuelta a la pandemia. «Los estadounidenses están aprendiendo a vivir con el virus», sostuvo y aseguró que «no hay otra opción que abrir la economía».
«No podemos encerrarnos en un sótano como hace Joe», desafió el mandatario, luego que su rival, de 77 años, pasará gran parte del inicio de la pandemia en su casa.
Inmediatamente, Biden le replicó: «Dice que estamos aprendiendo a vivir con él pero estamos aprendiendo a morir por él».
«Cualquiera que sea responsable de no poder controlar esta pandemia no debería ser el presidente de Estados Unidos», sentenció.
Biden advirtió que el país se encamina «a un invierno oscuro» y, aunque rechazó un cierre total del territorio y la economía nacional, sí admitió que «si hay un nivel de positividad muy alto, es necesario cerrar para frenar la circulación del virus. Y cuando se abre hay que hacerlo con reglas».
Aunque el siguiente tema se centró en las denuncias de los servicios de inteligencia sobre intentos de interferencia electoral de China, Rusia e Irán, la discusión inmediatamente giró hacia acusaciones cruzadas de corrupción y complicidades con algunos de esas Naciones, principalmente Rusia.
«Cualquiera que se meta con las elecciones va a sufrir el costo…pero lo voy a decir: a su abogado, Giulani, le dan información de Rusia para que yo no sea electo presidente de Estados Unidos porque ellos me conocen y yo los conozco», denunció el líder opositor.
Trump contraatacó con otra denuncia: «Joe ganaste millones con China y Rusia. En cambio, conmigo, nunca hubo un presidente más duro con China. Impuse sanciones y aranceles».
Al final, la discusión asumió un tono más agresivo y los intercambios escalaron.
Trump rechazó ser racista y volvió a rechazar el plan ambiental de la oposición para luchar contra el cambio climático porque «destruirá la economía» y la energía eólica «mata a todos los pájaros».
Biden, por su parte, apoyó una «transición» energética y reconoció que aprobar como senador «las leyes contra las drogas en los años 80 fue un error», normas que aumentaron el encarcelamiento masivo de jóvenes negros.
«No debemos mandar a nadie a la cárcel por un cargo puramente de adicción a drogas o alcohol. Deben ir a un tratamiento para curarse», opinó Biden y Trump le respondió con su muletilla de la noche que le permitió no hacer propuestas propias: «¿Por qué no lo hiciste antes?».
Con información de AFP y Télam.