«La Rivera Colla» escribe Ángel Quintana.

La Razón

«Desde el paso de Quicho, pasando por lo Salas, luego la ex-quina de Ferrer, antaño popular y familiar balneario rosarino, el antiguo vertedero municipal…» Ver toda la columna:

LA «RIVERA COLLA» Desde el paso de Quicho, pasando por lo Salas, luego la ex-quina de Ferrer, antaño popular y familiar balneario rosarino, el antiguo vertedero municipal, bajando en forma escabrosa, sorteando escollos naturales, como meandros, islotes aluvionales que enlentecen el trajinar milenario del arroyo Colla, prosiguiendo por la hoy notoria «Laguna de los Cuervos», con su proyecto quijotesco(para los dirigentes políticos), siguiendo por el parque Durieux(herido mil veces por los avatares climáticos), la ermita de nuestra virgen, el Puente de Piedra, los 3 pasos del Arballo, bajando salvaje y sin control por Los Hornos, Estación y sus asentamientos precarios, y corriente abajo rumbo al Puente Blanco y su nuevo maquillaje compartido, ese es el periplo de nuestra «RIVERA COLLA», humilde pero hermosa y llena de recuerdos… muy acicalada y rescatada por obra y gracia de la ONG «MIRANDO AL COLLA».

Acicateado por los recuerdos, los que me mueven a dibujar esta ruta y sus recodos, modificaciones y metamórfosis de una naturaleza que mil veces fue cambiando, a veces por los eventos naturales, cada vez mas frecuentes y dañinos, forzados por el cambio climático, otras por la mano del hombre, no siempre benévola y muchas otras con claras muestras de preservación y rescate, como en este caso actual con su contextura reverdecida.

¿Por qué en nuestros días debimos recurrir a un mancomunado grupo de voluntades para desenterrar nuestra historia de entre la maraña salvaje del arroyo?.

Ese ejercicio impulsado por la ONG. nos permite ir desentrañando las vivencias y costumbres de pasadas generaciones, que permanecían ignoradas por muchos de nosotros, inmersos en la vorágine de una sociedad moderna y ansiosa de lograr a tiempo el estatus soñado.

Hoy apreciamos ese esfuerzo incesante en esa rivera revivida y con pujanza de seguir transformándose, pese a que somos contestes de que debemos afrontar un clima virulento, una y mil veces, y que su estructura se modificará y sus caireles se destruirán, pero… mientras subsista la voluntad y actitud de ese pequeño grupo de idealistas convencidos la esperanza estará bien custodiada y nutrida.

EL SER HUMANO SERÁ SIEMPRE EL ACTOR , NO SIEMPRE DE REPARTO, Y CASI DE CONTÍNUO PRINCIPAL… AUN SIENDO MAL INTÉRPRETE. POR ESO… LA OBRA DEBE CONTINUAR.

ANGEL QUINTANA

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