«Es redundante el padecimiento del planeta en el plano medio-ambiental; en lo local y regional la negligencia de las instituciones oficiales es llamativa, pese al esfuerzo increíble de…» Ver columna completa:
La Razón comparte un nuevo espacio de opinión llamado: «Anticiparnos al futuro para evitar males mayores».
Es redundante el padecimiento del planeta en el plano medio-ambiental; en lo local y regional la negligencia de las instituciones oficiales es llamativa, pese al esfuerzo increíble de la ONG «Mirando al Colla» y las instituciones de servicio. Ha existido y aun perdura -la «IDEA»- utópica para algunos y de vital importancia para otros, que se fundamenta en el represamiento del cauce del Arroyo Colla en el sitio conocido por la «Laguna de los Cuervos».
Primeramente referiré el enclave físico de dicho lugar, el cual por su estructura natural y geológica reúne las condiciones básicas como para edificar una represa, con un porcentaje significativo de éxito, tanto técnico como de utilidad real, o incluso de costos, lo que evitará una mayor estructura en su construcción, ahorrando ingentes esfuerzos tanto de logística, gastos y estudiuos arquitectónicos, ambientales, etc., pero -en cambio- representará un gran caudal de beneficios para la comunidad, si ello es bien interpretado y aprovechado.
Como de incidencia capital para la calidad de vida de los ciudadanos debo mencionar la regulación de la inundaciones del arroyo, que, con el represamiento se mitigará y regulará el caudal de agua, minimizando un fenómeno climático extremo, como lo demuestra el cambio climático. Con el embalse que se creará a causa de su contención, se logrará un acopio de agua potable infinito y de alta calidad, dejando OSE de bombear desde la «Laguna del Bote», con una vida acotada con el proyecto del futuro saneamiento de Nueva Helvecia.
Luego, con el ánimo de aportar los beneficios que dejará este emprendimiento está la generación de electricidad, con la instalación de una o más turbinas que recogerán la fuerza de ese caudal de agua produciendo suficiente energía para abastecer a nuestra ciudad, cesando de depender de la red nacional energética, y con una tarifa obviamente más baja y accesible para la mayoría de sus pobladores.
Todo ese entorno -aun a estudio y a expensas de las decisiones políticas dubitativas y con falta de actitud- deberá contener una carga importante de impulso popular y una responsabilidad creíble en cuanto a su utilidad e incidencia ecológica del entorno en donde se desarrollará este proyecto. Otra utilidad que se sumaría a los beneficios innumerables de este emprendimiento, que reviste un impacto social estaría encuadrada en la instalación de una granja ictícola en el embalse que se formará, presumiblemente de gran porte, con la «siembra» de especies de peces aptos para procrear en dicho medio, como serían el salmón, la carpa, etc., con lo que aportaría una mano de obra muy necesaria para esta ciudad.
La fisonomía paisajista del arroyo cambiaría sustancialmente, creándose sitios de esparcimiento, retiros ecológicos valiosos para el sosiego ciudadano, y un paseo que se unirá a los actuales, conformando un periplo turístico muy atractivo e innovador. Esta reseña no es más que alimentar una idea ya ensayada por personas notorias de nuestra ciudad, muy comprometidas por el bienestar de nuestra población.
ESTA IDEA NO HACE MÁS QUE AGREGAR INICIATIVAS CON PROYECCIONES FUTURAS, CONUN APREMIO SOSTENIDO ANTE EL INMINENTE ATAQUE DEL CAMBIO CLIMÁTICO YA ENDESARROLLO.
ANGEL QUINTANA