Al promediar abril, a poco más de un mes de asumir como presidente, el presidente Orsi recibe una evaluación de su desempeño con saldo ampliamente positivo (+27), aunque con una parte importante de la población que aún no toma postura:
Más de cuatro de cada diez uruguayos (41%) califica positivamente el desempeño de Yamandú Orsi como presidente de la República luego de su primer mes de gestión, y un 14% lo desaprueba. Un tercio de la población (32%) tiene posiciones intermedias, y 13% no tiene aún una opinión formada. En este esquema, el presidente comienza su período con un saldo neto ampliamente positivo, de +27 (producto de la resta entre la aprobación y la desaprobación), según la última encuesta de Equipos Consultores.
LA SEGMENTACIÓN PARTIDARIA Y REGIONAL:
Como era esperarse, hay diferencias en la evaluación del presidente en función del voto anterior. Casi dos tercios (64%) de los votantes de Yamandú Orsi en la segunda vuelta de noviembre aprueban su trabajo, y el tercio restante tiene juicios intermedios o no opina. Dentro de su propio bloque, Orsi casi no tiene desaprobación, y su saldo neto es de +61. Por el contrario, entre los votantes de la Coalición en la segunda vuelta, las opiniones están divididas, con una mayoría de juicios intermedios (55%), y un equilibrio entre aprobaciones (20%) y desaprobaciones (25%), con un saldo neto de -5.
Por el contrario, y quizá sorprendentemente, no hay diferencias importantes en la evaluación del presidente en función de la región geográfica de residencia. Los datos son relativamente similares, con una moderada mayor aprobación en Canelones y Montevideo que en el resto del interior el país. El saldo neto es de +29 en la capital, +30 en Canelones, y +23 en el resto del país.
LA COMPARACIÓN CON PRESIDENTES ANTERIORES
Cuando se compara la evaluación de Orsi con la que recibían presidentes anteriores en momentos similares del ciclo de gobierno, se aprecia que el actual presidente tiene una aprobación algo menor a la de sus últimos predecesores, pero que no se traslada en mayor desaprobación, sino en una mayor concentración de juicios intermedios y no opinión.
En abril de 2020 Lacalle Pou, impulsado por las primeras medidas de combate a la pandemia, registraba una aprobación de 62%. Anteriormente, Vázquez y Mujica también tuvieron al inicio de sus períodos altos registros de aprobación (entre 50% y 64%), pero es de señalar que ambos tenían, al momento de ser electos, una trayectoria de liderazgo político más consolidada que la que hoy tiene el presidente Orsi. Anteriormente, Jorge Batlle en abril del 2000 tenía una aprobación de 47%, que luego resultaría imposible de sostener, en medio del proceso inicial que derivó en la crisis de 2002. Y previamente, Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle contaron, ya desde sus primeros meses de gestión, con climas de opinión relativamente negativos (situación también explicada parcialmente por el régimen electoral de la época).
En cambio, si los datos se miran desde la desaprobación, los registros de Orsi lucen muy bien. Los niveles de desaprobación actuales son de los más bajos, solo superados por Vázquez en su primer gobierno, y por Mujica.
Por último, Orsi es el presidente que recibe mayor proporción de juicios intermedios luego de su primer mes. Hasta el momento, los registros más altos habían sido de Sanguinetti y Batlle en 1995 y 2000 respectivamente, con un 39% en ambos casos, mientras que actualmente Orsi registra 45%.