En Soriano, un policía llegó a la seccional en calzoncillos.

La Razón

El efectivo tiró el arma a la papeler, cerró la seccional y fue «sacarse los demonios» en la playa de la Agraciada. Estaba intoxicado con cocaína y alcohol:

Un hurto cometido el viernes en Soriano dejó al descubierto a un efectivo policial que no estaba en su lugar de trabajo ni en condiciones físicas para desarrollar su tarea. Según relata el medio local Agesor, la víctima del hurto fue hasta la seccional 9a de Agraciada y como la encontró cerrada fue hasta la seccional 5a a informar. Los efectivos de esta seccional llamaron a la 9a pero no tuvieron respuesta, por lo que un cabo y un integrante de la Policía Científica fueron hasta el lugar.

Los efectivos encontraron la seccional cerrada, y observando por el vidrio notaron que el teléfono estaba desconectado y tirado en la papelera, al igual que un handy. También en la papelera, aunque esto lo notaron después, estaba el arma de reglamento del efectivo.

Tras un rato de espera, arribó el móvil perteneciente a la seccional, del que descendió el efectivo que debía estar en servicio. Según relata Agesor, el hombre se bajó del auto vestido con la camisa del uniforme pero en calzoncillos. Atónitos, los efectivos le preguntaron qué le había pasado, a lo que el hombre respondió que había ido a la playa de la Agraciada «a sacarse los demonios que tenía en el cuerpo», entre otras incoherencias. Además tenía una botella de cerveza en el auto. El cabo y el efectivo de la Policía Científica lo llevaron a un centro de salud, donde los primeros exámenes arrojaron que había en su cuerpo presencia de alcohol y cocaína. Fue trasladado al sanatorio de Dolores.

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