La Razón entrevistó a uno de los pintores destacados que tiene Rosario, con él intercambiamos acerca del arte mural, sobre experiencias y su vinculo con la pintura. Ver toda la nota:
LR: 1. ¿Cómo comienza el vínculo con la pintura?
HB: «Bueno, mis comienzos fueron algo increíble porque empecé como pintor en cementerios. Es un trabajo que hago hace 16 años por pedido de un vecino que había perdido a un familiar y me dijo que había pintado el nicho, que quería que yo le haga las letras porque dibujaba bien. Al principio no me animaba y entonces dije ´ta, lo hago´.
Estaba en el lugar terminando de pintar y me vió una señora. Ella me pregunto ´Ud. pinta´ y le respondí ´Que le estaba haciendo una gauchada a un vecino´ y me comentó que estaba esperando que le pintaran , si no me animaba a hacer el trabajo para ella también y cúanto le cobraba. Le dije que si y que me pagara lo que quisiera.
Así arranqué a pintar y como dice el dicho ´Nadie es profeta en su tierra´, por eso me fui a trabajar a la Sociedad de Fomento Rural de Nueva Helvecia. Cuando pasó de venta de insumos agropecuarios a ser supermercado como es ahora. Pinté todo, la parte de adelante y las publicidad de insumos agropecuarios. Y de ahí me fui a pintar a Colonia Valdense, había un campeonato nacional de piscinas abiertas en Club Esparta y me llamaron de ahí que necesitaban propaganda para pintar alrededor de la piscina; así recaudar fondos para solventar a todas las delegaciones que se iban a presentar en el momento y así darles de comer. Atenderlas bien, darles una buena atención.
Posterior a ese trabajo me llamaron del Matadero Rosario para pintar los camiones que se ven hasta ahora de Rondatel. Fue una experiencia bárbara volver a Rosario y seguir pintando en el departamento. Y desde otros lugares donde me llamaron…»
LR: 2. ¿Llegaste a participar del primer circuito de arte mural?
HB: «Llegué de a participar en el arte mural haciendo el primer mural a los ´Atletas Rosarinos´ que en este momento no se encuentra disponible y que estaba frente a la Plaza de Deportes. Una obra diseñada por Gastón Rodriguez que en ese momento estaba estudiando, ´Tagito quería comenzar con los trabajos´ y se me encargó a mí. Empezamos a hacerlo con el croquis que ya tenía Gastón y ahí comenzamos a participar. De ahí toda la historia de los murales tan lindos para Rosario…»
LR: 3. ¿Cómo fue esta etapa de reparación del Museo de Arte Mural?
HB: «Bueno, una etapa con mucha responsabilidad ésta de volver a recrear los murales y refaccionarlos en un momento muy difícil que fue para todos nuestros por la muerte del artista plástico Mario Cuitiño que nos dejó un gran vacío a todos los que pintamos. Era un gran profesional y artista, se me encargaron esos trabajos con la compañera Mari Rodriguez. Empezamos a hacerlo por Setiembre y Octubre de 2020, hoy estamos en la cuarta parte de los trabajos, se había dejado estar un poco. Y bueno estamos tratando de que queden de la mejor manera o mejor de lo que estaban…»
LR: 4. ¿Cómo fue la experiencia puntual de pintar el abecedario del lenguaje de señas? ¿Y la jornada del mural de la infancia cómo se vivió?
HB: «La experiencia de pintar el primer mural de señas que se ha realizado en Rosario fue emocionante y muy buena la iniciativa para los niños que se integraron. Todos participaron también en el de la Infancia que fueron padres y abuelos. Anexarle arriba el abecedario, con la colaboración de los docentes y es lindo ver cómo se relaciona ese barrio con la plaza…»
Bejar agregó también a la entrevista cúales fueron las experiencias más lindas que le tocó vivir…
» Una de las experiencias más lindas de mi vida como carnavalero fue cuando salí en el 2019 con Cuareim 1880. Cuando llegué al ensayo me preguntaron que sabía hacer, les dije pintar y me pusieron a pintar tamboriles, Y ni hablar de lo que fue salir con esas figuras como es Nacho Cardio, Osvaldo Fattoruso y ´Cachila´ Silva – que falleció hace muy poco. En lo personal, venía de ser Primer Premio 2018 salimos decimos y tuve la suerte de sacar Primer Premio de símbolos con mis otros compañeros de estrellas y medias lunas, yo como portaestandarte con otro compañero…»
