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Opinión

«Voluntades organizadas» escribe Ángel Quintana.

«En tiempos de destemplanza, con el ánimo y la expectativa sin horizonte, surge, como un ancla de salvación conglomerados de voluntades que intentan torcer esta realidad….»

La Razón comparte un nuevo espacio de opinión:

Me atengo con total convicción en que  la esperanza que se bosqueja a cargo de la ONG MIRANDO AL COLLA, más los históricos Leones y Rotary, son faros de celestial luz que guían nuestros pesares, intentando que la convivencia  sea lo mas decente y sosegada posible. Sus ejemplos, verdaderos logros que nos conducen a un sendero menos escabroso, impartiendo un sinfin de dádivas necesarias que reflejan las mejoras de nuestro endeble entorno. Areas olvidadas y desdeñadas han recobrado lozanía al influjo de estos vecinos, solidarios y convencidos de atesorar los logros con incidencia fundamental en la actitud de los mismos.

Ellos saben, si siguen imprimiendo esas ganas de tornar lo pálido de un entramado urbano olvidado por décadas, como terrenos baldíos y orejanos, los que aún siguen indomables con vestimenta roida y basura como un veneno en sus venas, en  sitios útiles para usufructuo ciudadano, solo queda esperar la comunión de estos solidarios vecinos con las autoridades municipales, en este caso, desde la toma del cargo en la alcaldía no se ha avizorado cambio alguno.

A los avatares de los problemas sociales ya habituales, a saber: desocupación,  marginalidad desidia por los animales abandonados, flagelación y destrucción de los montes nativos, baja calidad del agua potable, agonía de ríos y arroyos y pocos años de vida de los océanos, no son mas que un corolario de calamidades que, de no actuar ahora, esta nave llamada tierra  se desplomará con todo su pasaje indefenso.

LA ESPERANZA Y LA FE SON SINÓNIMOS DEL SER HUMANO, SUSTENTANDO LA SUPERVIVENCIA; DE NO EXISATIR ESOS ESTADOS NO HAY SACRIFICIO TAL QUE PUEDAEJERCER PODER ANTE LA DESESPERANZA Y LA DESTRUCCIÓN.

ANGEL QUINTANA

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Opinión

«Organismos públicos: Influencia en la sociedad»

Columna de opinión a cargo de Ángel Quintana. Los invitamos a verla completa aquí:

Quizás, décadas pasadas, cuando las instituciones públicas se estaban moldeando y definiendo el rol ante una joven sociedad que se estaba acomodando, en un escenario yermo, árido, orejano, sin estructuras básicas, se podría tener cierta expectativa; décadas posteriores el monstruo nació!!! Entendemos que ello supondría un engranaje vital para la novel nación, que recién se estaba elaborando.

Desde los primeros pasos de esas instituciones mostraron un anhelo de servir al  pueblo, que ansiaba configurar un horizonte de esperanza y paz, pero… más  adelante se abrieron como un cántaro roto a las apetencias políticas, y entendieron que era un ámbito más que apto para las conjeturas de un sinfin de beneficios, que, como tierra fértil y virgen atesoraba un caudal de posibilidades que alimentar al «clientelismo» electoral en ciernes.

Ahora no ha sufrido variantes significativas, estando el mismo perfil, con un requerimiento tímido de la gente, mostrándose una atención «de reojo» a los problemas populares, ya endémicos agravado por una pandemia que se instalará de por vida, habiendo ya cambiado las costumbres ciudadanas, que, ahora más que nunca necesita de las decisiones gubernamentales, remisas a «gastar» en la franja más desprotegida de la nación.

Aún queda mucho por hacer,como que no ha empezado el rebulsivo que modifique el gastado escenario de la infraestructura urbana, con el paisaje inalterable, decrépito, y sin esperanzas, como que «todo está en obra». Con el recambio de gobierno teníamos una tenue expectativa del cambio tan ansiado, pero, en contrario los problemas se han agravado y no tienen un horizonte diáfano que muestre lo que los políticos voceaban a viva voz en campañas pre-electorales.

LA PUESTA EN ESCENA AUN ESTÁ A ESTUDIO, LOS PROTAGONISTAS NO LEEN AUNEL LIBRETO. POR TANTO, LA OBRA SIGUE DESCONOCIDA Y LA PLATEA ESTÁ COLMADA Y EXPECTANTE ANTE LO QUE VERÁN.

ANGEL QUINTANA

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Opinión Rosario

«No se reciben visitas» Escribe Ángel Quintana.

«De que nuestra ciudad es lugar de paso… no es novedad; de que las fuerzas vivas de la comunidad hace ingentes esfuerzos para torcer esta situación es una realidad…» Ver columna completa aquí:

La Razón comparte un nuevo espacio de opinión:

…con un abanico de opciones para conocer los atractivos que tenemos… es un esfuerzo que amerita una atención mas directa y decidida de las autoridades locales, fundamentalmente dotar a la población de cierta infraestructura para así brindar al visitante de una visita placentera. El Arte Mural es -indudablemente- un sello de gran valor, sustentado por un número exiguo de vecinos que han utilizado su sensibilidad y visión en pos de un atractivo que le de a Rosario una identidad necesaria, teniendo en cuenta su gran historial, la longevidad de su establecimiento y el lugar geográfico y  estratégico que posee.

Pero, mientras tanto elogiamos a la ONG y las instituciones de servicio en su enorme trabajo para lograr beneficios para la comarca… no tenemos un hotel acorde a las necesidades actuales, ni establecimientos como una confitería que brinde al visitante o al viajero en tránsito un desayuno obligado y un ´pernocte seguro y confortable, teniendo que «emigrar» a otras ciudades cercanas que sí poseen esos servicios como en Nueva Helvecia o Colonia.

Al respecto, debo citar un acontecimiento que se generó hace un tiempo atrás con una pareja de cordobeses «de paso» por nuestra ciudad, en circunstancias en las que sufrieron un desperfecto en su auto, habiendo recurrido a un conocido mecánico de bulevar Zorrilla, quien los atendió solícito detectando en el rodado que debía requerir un repuesto  que llegaría al día siguiente. Mientras tanto la pareja argentina se hospeda en un hotel local a la espera de la solución y seguir viaje.

Posteriormente y al influjo de ingentes esfuerzos del mecánico logró éste subsanar el desperfecto sin utilizar el repuesto, por lo que los viajeros retornaron al establecimiento reclamándoles el dinero que habían abonado sin haber utilizado sus instalaciones, intenciones estas que no obtuvieron el resultado deseado, y con la decepción ´pintada en sus rostros y la convicción  de que nunca más visitarían esta ciudad. Como este incidente se unen varios casos, tales como un grupo de personas que participaban a una reunión de una ONG conocida, y a la hora del almuerzo se  enfrentaron a un rechazo del propietario del restaurant aduciendo que no estaban «preparados» para atender a tanta gente, por lo que tuvieron que hacerlo en un similar de Nueva Helvecia donde no tuvieron ningún impedimento.

Esto no es mas que meros avatares que diariamente se suceden en nuestra ciudad y que no son debidamente solucionados, con lo que alejan al turismo hacia otros centros poblados que sí están preparados para tales fines. Seguiremos huérfanos de este potencial ingreso adicional de recursos que bien le hacen a esta población, que no cuenta con fuentes fabriles que muevan este alicaído panorama laboral, que -además- no cuentan con una decisión política que pueda torcer esta triste realidad.
ANGEL QUINTANA

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Opinión Rosario

«Anticiparnos al futuro para evitar males mayores» Por Ángel Quintana.

«Es redundante el padecimiento del planeta en el plano medio-ambiental; en lo local y regional la negligencia de las instituciones oficiales es llamativa, pese al esfuerzo increíble de…» Ver columna completa:

La Razón comparte un nuevo espacio de opinión llamado: «Anticiparnos al futuro para evitar males mayores».

Es redundante el padecimiento del planeta en el plano medio-ambiental; en lo local y regional la negligencia de las instituciones oficiales es llamativa, pese al esfuerzo increíble de la ONG  «Mirando al Colla» y las instituciones de servicio. Ha existido y aun perdura -la «IDEA»- utópica para algunos y de vital importancia para otros, que se fundamenta en el represamiento del cauce del Arroyo Colla en el sitio conocido por la «Laguna de los Cuervos».

Primeramente referiré el enclave físico de dicho lugar, el cual por su estructura natural y geológica reúne las condiciones básicas como para edificar una represa, con un porcentaje significativo de éxito, tanto técnico como de utilidad real, o incluso de costos, lo que evitará una mayor estructura en su construcción, ahorrando ingentes esfuerzos tanto de logística, gastos y estudiuos arquitectónicos, ambientales, etc., pero -en cambio- representará un gran caudal de beneficios para la comunidad, si ello es bien interpretado y aprovechado.

Como de incidencia capital para la calidad de vida de los ciudadanos debo mencionar la regulación de la inundaciones del arroyo, que, con el represamiento se mitigará y regulará el caudal de agua, minimizando un fenómeno climático extremo, como lo demuestra el cambio climático. Con el embalse que se creará a causa de su contención, se logrará un acopio de agua potable infinito y de alta calidad, dejando OSE de bombear desde la «Laguna del Bote», con una vida acotada con el proyecto del futuro saneamiento de Nueva Helvecia.

Luego, con el ánimo de aportar los beneficios que dejará este emprendimiento está la generación de electricidad, con la instalación de una o más turbinas que recogerán la fuerza de ese caudal de agua produciendo suficiente energía para abastecer a nuestra ciudad, cesando de depender de la red nacional energética, y con una tarifa obviamente más baja y accesible para la mayoría de sus pobladores.

Todo ese entorno -aun a estudio y a expensas de las decisiones políticas dubitativas y con falta de actitud- deberá contener una carga importante de impulso popular y una responsabilidad creíble en  cuanto a su utilidad e incidencia ecológica del entorno en donde se desarrollará este proyecto. Otra utilidad que se sumaría a los beneficios innumerables de este emprendimiento, que reviste un impacto social estaría encuadrada en la instalación de una granja ictícola en el embalse que se formará, presumiblemente de gran porte, con la «siembra» de especies de peces aptos para procrear en dicho medio, como serían el salmón, la carpa, etc., con lo que aportaría una mano de obra muy necesaria para esta ciudad.

La fisonomía paisajista del arroyo cambiaría sustancialmente, creándose sitios de esparcimiento, retiros ecológicos valiosos para el sosiego ciudadano, y un paseo que se unirá a los actuales, conformando un periplo turístico muy atractivo e innovador. Esta reseña no es más que alimentar una idea ya ensayada por personas notorias de nuestra ciudad, muy comprometidas por el bienestar de nuestra población.

ESTA IDEA NO HACE MÁS QUE AGREGAR INICIATIVAS CON PROYECCIONES FUTURAS, CONUN APREMIO SOSTENIDO ANTE EL INMINENTE ATAQUE DEL CAMBIO CLIMÁTICO YA ENDESARROLLO.

ANGEL QUINTANA

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Departamentales Opinión

«El cuenco vacío…o cuando el clamor popular no tiene eco». Escribe Ángel Quintana.

«La notoriedad se mide por lo tangible, y es eso cuando nuestras retinas fijan en nuestro cerebro el entorno en donde nos movemos y convivimos diariamente  con «lo cotidiano», o sea una realidad descarnada y de notoria presencia». Ver columna completa:

La Razón comparte un nuevo espacio de opinión:

Esa misma realidad que muchos no le dispensan atención, estando vacíos de reclamos no cumplidos, como que el chapotear en el lodo «de lo mismo» sea parte de nuestras existencias.

Mediocridad… para muchos es la esencia que se nutren en lo incambiado, marcando una tendencia al conformismo, tan promiscuo como peligroso. Yo no acepto -por ejemplo- el matojo de yuyos, que, cuando abro mi ventana se regodea ante mis ojos, que, como telón se abre en una manzana entera de «tierra de nadie», baldía, salvaje, mancillada con el vertido de desechos de toda índole, como un cementerio de  animales muertos que tiran desaprensivamente vecinos de todos los barrios ciudadanos;  ¿debemos convivir con esos desatinos?, donde el valor de nuestra propiedad se deprecia de forma alarmante.

Y el propietario de esa mancha urbana «no aparece», como no aparecen los intentos de revertir esa situación en forma de obras de interés popular. No nos damos cuenta de las imperfecciones más evidentes de obras estructuradas en forma mediocre que solamente aportan incomodidad al vecino.

Calles de nuestro pueblo que NUNCA HAN SIDO BARRIDAS, solamente la naturaleza -cíclicamente- con las lluvias se encarga «limpiar» las cunetas y transportar esa nociva basura con una deposición final en nuestro arroyo.

Es que estamos vacíos de actitud y de fuerza para reclamar lo que realmente nos corresponde; DIGNIDAD Y ORGULLO.

Recargamos las responsabilidades ciudadanas en un puñado de personas altruistas que batallan por mantener esa dignidad de un pueblo sufrido y desdeñado. Cúmulo de abnegados vecinos que luchan por crear espacios de nuestro hábitat para que mañana, aquellas generaciones que nos sucedan tengan una esperanza en la que aferrarse para hacer de este sitio algo habitable y decente, ya sea pregonando ante los poderes políticos o ante «representantes» del pueblo de eso que para nosotros ya es una utopía, y quizás ellos puedan torcer esa burocracia arcaica  y ya enquistada en nuestra sociedad.

Nuestra mente avanza hacia metas efímeras… y es la vida la que nos nutre de quijotescas quimeras que nunca se materializarán,  y aunque no lo crean… DE ESPERANZA VIVE EL HOMBRE… LO QUE NO SABEMOS ES DISTINGUIR SI VIVIR ES UNA CONSECUENCIAEVOLUTIVA O UNA HERIDA QUE NOI PODEMOS RESTAÑAR.

ANGEL QUINTANA

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Opinión Rosario

«El silencio me ensordece» por Ángel Quintana.

«El que calla es olvidado, y a su vez pierde la esencia de su ser; pierdo lo más preciado que es ser racional, y eso es… la perspectiva de la vida y su entorno».

Existen – es obvio- personas que se aferran a su don que es el de tratar de mitigar el sufrimiento, ya por el entorno maltrecho y por ese cúmulo de vida que latenextramuros… en la indolencia, el olvido y la desesperanza; me refiero -entre otros males- a los animales que habitan otros mundos ajenos a nuestras hermosas vidas, ellos, que se desangran sin que encuentren la contención necesaria para su existencia. Esas personas, muy notorias ellas, por lo tanto excesivamente convocadas por esos irresponsables que desprecian los sufrimientos de nuestros hermanos los perros, ya se ven desgastadas, cansadas, impotentes, pero que no cejan de predicar el bien hacia esos seres abandonados.

La bondad es el principio del trato y el respeto hacia el otro, es -por tanto- la primer premisa para saber vivir; esos signos ya no se aprecian y creo que no se pueden restaurar, por lo que esos animales sucumben ahogados por el dolor terrible del desprecio. Cada vez son innumerables los perritos que pululan desorientados por nuestras maltrechas calles, se agotan en la basura ya repasada mil veces en pos del rastro del vital alimento; son muchos los vecinos que los rechazan, siendo que ellos son los artífices de  aumentar el número de ellos, que lloran en la vereda, son atropellados por autos, yendo a sucumbir a un basurero como un simple despojo sin valor. Tengo terror por el odio de mis semejantes, el oír filtrándose entre el ocre de los árboles el lamento de esos animales que evidentemente son abusados; yo los oigo y reconozco el grito funesto del dolor, pero… un mayoritario número de pobladores a esos sonidos no los emparenta con el sufrimiento, sino simplemente por el ruido urbano.

Hemos destruido elementos que nos hacían creer en un mañana más placentero y no tan cruel; nuestro egoísmo no nos deja mirar lo beneficioso que sus almas aportarían una convivencia plena y llena de esperanza para las nuevas generaciones. 


«La fatalidad de las consecuencias que trae consigo cada uno de nuestros actos, la idea capital del drama, el sombrío y trágico elemento de la vida, me detienen en el camino conbrazo más seguro que el del Comendador. Lleno de pena obro siempre, casi a fuerza».

Enrique Federico Amiel


ANGEL QUINTANA 

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Opinión Rosario

«La hora de las instituciones de servicio…sin fines de lucro»

Compartimos una nueva columna de opinión a cargo de Ángel Quntana:

La Razón difunde un nuevo espacio:

El avance del tiempo, y la evolución humana están ofrendando pautas por las cuales la sustentabilidad de la sociedad, no solo se encuadra dentro de los preceptos democráticos,  es decir se nutre de lo que  los órganos gubernamentales les ofrece; pero esto no es necesariamente cierto, ya que a medida que evolucionado en pos de un futuro ilusorio, dependemos cada vez mas de lo que aportan -como apoyo- las instituciones de servicio y las ONGS., que, con su idealismo humanitario y su compenetración en los problemas sociales, tratan de aportar su esfuerzo a encontrar ese bienestar, que los estamentos oficiales no pueden hacerlo sin su aporte.

No solo basta nuestro apoyo en forma de impuestos para alimentar el aparato gubernamental y municipal, sino que tenemos que acercarles el esfuerzo mancomunado de núcleos de ciudadanos preocupados y contestes a la problemática actual, que, sin su ayuda el caos sería aún mas caótico. Los reflejos de esas instituciones se materializan en incontables beneficios para nuestro entorno; como muestra reciente y tangible se materializa la remodelación del bulevar Baltasar Brum y su nueva configuración, como el mantenimiento y embellecimiento del Br. Rodó, a cargo de la ONG «Mirando al Colla», con el aporte del Club de Leones y el cambio de las luminarias del alumbrado público a cargo de la municipalidad.

El propósito desinteresado de estos grupos solidarios están «forzando» a sus pobladores a adoptar conciencia de preceptos que se están diluyendo en forma acelerada, a saber: desidia, falta de respeto, abandono, displicencia, desinterés, abulia por el entorno, etc. lo que me fuerza a plantear, en el caso concreto de los bulevares, que los vecinos frentistas de los mismos, sumando los dos restantes que circundan nuestra ciudad, se COMPROMETAN a cuidar, preservar y colaborar con su aporte al mantenimiento de dichas áreas urbanas.

El descreimiento que nos aqueja tiene un cierto perfil positivo de que volveremos a CREER  en la revitalización de una sociedad que se encuentra enferma y sin un camino que nos pueda acceder a un futuro mas placentero.

Hay mucho  para cambiar, o por lo menos delinear un bosquejo de urbanidad más armónica y no tan caótica; creemos que la voluntad está, que la simiente puede germinar en forma de cambio de mentalidad de su gente, y cesar en su mezquindad e insensibilidad.


ANGEL QUINTANA

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Opinión

«Solidaridad: Ese eterno y olvidado sentimiento».

Compartimos una nueva columna de opinión de Ángel Quintana, verla completa aquí:

Espacio llamado «Solidaridad: Ese eterno y olvidado sentimiento».

La crueldad, como casi todos saben, es un distintivo real del ser humano, pero, la indiferencia,insensibilidad, desprecio, ignorancia, falta de respeto, etc., son componentes que, en sucombinación puede ser letal. 

Es correcto que cuando nos llaman a colaborar con cierto evento que aqueje a vecinos quetransitan una calamidad como una inundación, un incendio de su vivienda, ser carenciadosy no tener acceso a alimento y abrigo, estamos prestos a poner nuestra voluntad y beneficioen pos  de paliar un tanto tamaño sufrimiento, pero cuando se trata de otros seres, infinitamenteindefensos y sin derechos como los animales  que navegan en un mar que los sepulta en eldolor y olvido,  me planteo  un gran interrogante respecto a qué especie de engendro soypartícipe.

En estos días de gélido comienzo del invierno empiezan a fluir los sentimientos más mezquinose insensibles de nuestra raza, con el…¿TRATO? tan despiadado como incomprensible para conlos animales que deambulan sin rumbo por nuestras calles, y la indiferencia tan notoria llenade maldad, de esa gente que ve y siente el de esos desprotegidos, nuestros hermanos,fieles y desinteresados. 

Mi calidad de vida -pienso- tal vez se resienta con la contemplación de tal estado de cosas, que diariamenteme mortifican, arenando y erosionando mi corazón hasta dejarlo  inerte y con cierta sensaciónde impotencia que mengua mis fuerzas.

Qué cuesta una caricia, acercarle un mendrugo de alimento, una sonrisa que troque esa insensibleanimosidad y la maldad y el rechazo?.

En mi barrio como en todos los sitios de mi querido pueblo están instalados eternamente muchosperros desechados, con diferentes tratos por parte de los vecinos, yo, conjuntamente con mi Esposa,en esas noches lúgubres y de frio penetrante les ofrecemos lo sustentable: cariño y alimento.

No tenemos que ser así, con gestos que no cuestan nada, y, que en cambio ayudan a la convivenciaciudadana e imparten enseñanzas a sus hijos, para que ellos sean los portadores de una generaciónsolidaria y que haga renacer una nueva esperanza de un mundo más digno, equitativo y responsable de los seres que lo pueblan.

SI LAS SEMILLAS SEMBRADAS POR EL HOMBRE EN LA MADRE TIERRA DA SUS FRUTOS… QUÉ SE PODRÍA LOGRAR CON UN SOLO GÉRMEN DE GRATITUD HACIA SUS SEMEJANTES?ANGEL QUINTANA

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Departamentales Opinión

«Más vale encender una vela, que maldecir la oscuridad»

«Si alguien lo dijo, o yo lo intuí, como una «actitud» de mi parte de los estados cotidianos… me hago cargo…» Ver columna completa de Ángel Quintana.

La Razón comparte un nuevo espacio de opinión:

Lo que reviste cierta atención es esa perpetua oscuridad tratando de infundirle una tenue claridad, que será bienvenida ante los negros nubarrones que nos envuelven como una mortaja.

No es «ajeno» (palabra que muchos esconden), los innumerables hechos que se están manifestando y que encierran una infinita actualidad, sin que, atinemos a denunciarlos como avatares reñidos con las nobles costumbres y la armonía ciudadana.

Esos motivos, cargados de desidia y consecuentemente nocivos para nuestra cotidianidad los estamos palpando a diario, en la configuración urbana con cierta desprolijidad y mala puesta en escena, para asombro de los espectadores que asistimos impotentes a esos  desajustes.

Es evidente que en otras ciudades o conglomerados urbanos del departamento estos despropósitos se han atacado con total éxito, por lo que nos sentimos -pese a los logros obtenidos- una población de segunda categoría; no más ver la suspensión de la recuperación del hormigón en las arterias céntricas y periféricas, que había tomado un vuelo seguro y creíble, lo que maquillaría en parte las escabrosas superficies del resto de las calles. Otro de los «olvidos» es la concreción de cordón y cuneta de amplias zonas urbanas, fundamentalmente de aquellos barrios más humildes que -en ciertos casos- cuentan con una humilde capa asfáltica y hoy totalmente degradada.

Debemos citar, como corolario de un Rosario de omisiones los remiendos en pleno casco urbano de aquellas áreas baldías de total notoriedad, cuna de depósitos de basuras y todo tipo de desechos que atentan con la salud de los vecinos.

Es hora de rectificar nuestras actitudes y procurar ser ciudadanos de primera, desterrando los nocivos hábitos que nos aquejan (esto lo expreso con infinita congoja e impotencia).

PRENDAMOS UNA VELA PARA VISUALIZAR EL CAMINO QUE -CON CERTEZA- NOSCONDUCIRÁ A UNA TOLERANCIA Y AUTOESTIMA ACORDE A NUESTRO IMPORTANTE EN CLAVE EN EL DEPARTAMENTO.

ANGEL QUINTANA

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«La Primera Piedra» escribe Ángel Quintana.

«He estado atado en una suerte de meditación respecto a mi conducta o de  un rapto de ignorar mi observancia, tan proclive a los estados de las estructuras sociales en la que nos movemos» Ver toda la columna:

La Razón comparte un nuevo espacio de opinión: «La Primera Piedra».

Me concentro en esos actores que son los artífices de brindarnos beneficios ya pagos y laudados (los derechos ciudadanos); entiendo que soy drástico en esa disyuntiva. Recojo de vez en vez la primera piedra, testigo de que lo expuesto es de total recibo, y de que abro una herida oculta, quizás de culpa o de reconocimiento de los errores o faltas cometidas; he de reconocer -a su vez- los logros cristalizados.

El silencio ante lo evidente y reiterativo no debe ser ocultada, y esa falta de actitud se debe afrontar tibiamente sino con vehemencia ya que el silencio es la madre de la  complicidad, y la desidia es la mediocridad humana sin sustento para afrontar males descarnados.

No le debo a nadie una explicación por mi conducta mundana la que creo a pie juntillas, y seguiré mi derrotero con las mismas convicciones y fuerte idealismo, que entiendo son espejismos que la aridez de la vida nos propone, y desafíos cuasi descabellados. Tengo un cerro de piedras que ha catapultado mis escritos, pero ninguno de esos proyectiles me ha dado en mi humanidad y me ha derribado.

Es indudable que el mutismo general no ayuda a quebrar la realidad en la que nos movemos, son sensaciones individuales que -quizas- puedan modificar o torcer los desatinos políticos, con tan alta gravedad que rompen los ojos.

Estas reflexiones, que muchos de los desconocidos lectores leen, creen que son espacios que alimento por tener «agenda vacía», y reconciliarme con mi soledad y el hastío que me atosiga. No más que un «recordatorio» para algún desmemoriado que pretende cargar a mi conducta solamente por estar «al cuete», una suerte de juego que ejerzo en mis días de horas vacías.

Tengo el aval incontrastable de haber trabajado toda mi vida (nada de lo que poseo me vino del cielo o de alguna actitud corrupta); el celo con el que defiendo mi trayectoria es avalada en 43 años ininterrumpidos de desempeño comprometido con mi misión, que hoy invierto ese tesoro acumulado en «hacer lo que quiera», por lo que no acepto que se mancille ese apostolado tan sagrado tratando de  ayudar a la gente de a pie, o aquellos que confiaron en mis conductas tan creíbles y humanas,  en truculentas invenciones que laceran mi actualidad.

Ante ello, no quito ni sumo argumentos para conciliar con los «críticos» si tengo o no razón en los «ensayo» o «reflexiones» que diagramo periódicamente.

MI CONVICCIÓN ME GUÍA COMO UN FARO EN LA NIEBLA.
ANGEL QUINTANA